Detalló que si continúan la aplicación de vacunas y no surge una nueva cepa que cambie la velocidad de transmisión o eficacia de las mismas, sería «más acotada» la mencionada ola.
Insistió que aunque la afectación podría ser menor, la posibilidad de que aparezca una nueva variante es alta y remarcó que que siguen prevaleciendo los intereses comerciales y políticas que impiden la ampliación de cobertura de los biológicos.
Morales señaló que el surgimiento de nuevas variantes podría revertir los avances logrados con la vacunación. Los países volverían «a cero» en cuanto a la protección contra el virus si se presenta una mutación que ignore las vacunas actualmente desarrolladas.
El especialista alertó que las festividades al inicio de noviembre y eventos como la Fórmula 1 son riesgos de propagación y hay más de 20 mil personas que actualmente tienen COVID-19 en México.
En diciembre y enero, período invernal, es altamente probable que se experimente una nueva ola ya que la facilidad del contagio aumenta por las bajas temperaturas que preservan más tiempo las gotículas por las cuales se movilizan los virus.