El coordinador de Nutrición y Dietética, Ivan Rivera, afirmó que esas dietas pueden ocasionar una descompensación metabólica con efectos desfavorables.
Indicó que entre ellas se encuentra el consumo prolongado de productos light (bajos en calorías) o sustituir los alimentos del día por barras de fibra con fruta seca, prácticas que representan un riesgo para la salud porque son pobres en proteínas y muy altos en carbohidratos.
Señaló que también existen las llamadas dietas “hídricas”, que consisten en consumir únicamente agua con complejos vitamínicos y minerales, los cuales pueden provocar un déficit de proteínas, carbohidratos y glucosa importantes para la regeneración muscular y energética.
Alertó que esa práctica, a largo plazo, puede dañar el corazón, hígado y cerebro, lo que la convierte en una de las más peligrosas si no se frena.
Indicó que otras dietas sugieren la sustitución y eliminación de alimentos, cantidades y horarios, que muchas veces terminan por desmotivar a la persona que la pone en práctica.
“En muchos de estos regímenes alimenticios, si bien producen una disminución en el peso, lo hacen a través de la pérdida de líquido corporal y desnutrición”, reiteró.
El nutriólogo señaló que una caminata diaria de al menos 30 minutos, beber dos litros de agua al día y alimentarse a base de frutas, verduras, carnes bajas en grasa, como pescado, pollo, además de limitar la ingesta de harinas y azúcares refinados, ayudan de manera efectiva a bajar los kilos de más que se ganaron en estas fiestas decembrinas, sin necesidad de recurrir a dietas peligrosas que sólo descompensan el metabolismo y dañan el organismo.
Finalmente, dio a conocer que en los módulos PrevenIMSS, ubicados en las Unidades de Medicina Familiar (UMF), se brinda información y orientación útil para asignar una dieta adecuada para cada persona.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]