México.- Después de que Milenio adelantó que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un análisis en su laboratorio sobre la salsa catsup, el organismo detectó hasta 55 por ciento de jarabe de maíz de alta fructosa en estos alimentos, mismo que es dañino para la salud.

En la revista del consumidor de noviembre, el organismo que dirige Ricardo Sheffield Padilla, expuso que en los últimos años, en el mercado se comercializan las denominadas salsas de tomate tipo catsup, que en general tienen menos tomate y todas añaden almidones.

De acuerdo con la norma mexicana, NMX-F-346-S-1980, salsa de tomate catsup, establece especificaciones para determinar que el nombre de salsa debe tener por lo menos 12 por ciento de sólidos de jitomate, que equivalen a que el producto sea elaborado a partir de 44.4 por ciento mínimo del fruto de jitomate; además de no contener espesantes, colorantes ni conservadores.

En ese sentido, el laboratorio nacional de protección al consumidor analizó 4 salsas catsup y 2 salsas de tomate tipo catsup con los siguentes resultados:

Análisis de Profeco

• La salsa tipo catsup de la marca Embasa, indica dentro de los ingredientes, adición de jarabe de maíz de alta fructosa al 55 por ciento.

• La salsa de tomate ketchup de la marca Heinz indica en ingredientes, adición de azúcares y adiciona jarabe de maíz de alta fructosa de 42 por ciento.

• La salsa de tomate ketchup de la marca Heinz, que en su etiqueta indica que no se le agrega azúcar adicional, encontró que el etiquetado es errónea, ya que sí se le agrega azúcar a la fórmula.

• La salsa catsup de la marca La Costeña adiciona azúcar común y jarabe de maíz de alta fructosa al 42 por ciento.

• La salsa de tomate catsup de la marca Del Monte, indica en los ingredientes adición de fructosa y se encontró que adiciona jarabe de maíz de alta fructosa al 42 por ciento.

• La salsa de tomate tipo catsup de la marca Clemente Jacques indica en sus ingredientes adición de azúcares, y se encontró que adiciona jarabe de maíz de alta fructosa al 42 por ciento.

«La ingesta excesiva de jarabe de maíz de alta fructuosa produce en gran cantidad la hormona ghrelina la cual te hace sentir que nunca estás satisfecho y quieres seguir comiendo, provocando el incremento de personas con obesidad y en consecuencia, se desencadenan otras enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2», aseguró la Profeco.

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