Ciudad de México.- Al norte de México se aprecia uno de los mayores impactos del cambio climático: seguridad hídrica en riesgo debido a sequías y a cambios de precipitación, apunta el más reciente reporte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).

 Si a esto se suma la fuerte explotación de los suministros de agua y el deterioro de la infraestructura de gestión del recurso, el resultado es un aumento en la escasez del líquido durante el verano, cuando la demanda alcanza su pico.

  Aunque grave, esta sólo es una de las amenazas del cambio climático que acechan al País. Las otras son el aumento del nivel del mar, tanto en sureste como en el Pacífico; los incendios forestales, que en 2021 registraron la mayor superficie afectada en los últimos tres años; y el derretimiento de los pocos glaciares que aún quedan en México, como el Pico de Orizaba, compartió Simone Lucatello, investigador del Instituto Mora.

 Como uno de los autores del apartado de Norteamérica del informe, aseguró que uno de los principales retos en la región es la politización del cambio climático en los gobiernos de Canadá, Estados Unidos y México. A pesar de ser un problema irreversible, su presencia en las agendas políticas ha variado mucho en las administraciones recientes.

 «Sí se percibe afuera que en los últimos tiempos el discurso (en México) no está tan presente como debería de ser. Sí había una tendencia de mucha acción y ahora se percibe que hay la necesidad de hacer todavía más. Creo que podría ser un mensaje importante, pero sabemos que el contexto es de austeridad y de desaparición de instituciones que podrían empujar a otro tipo de resultados», comentó.

  Otro gran pendiente del País es mejorar su adaptación al cambio climático, es decir, que esté más preparado ante los impactos esperados de este fenómeno, de acuerdo con Debora Ley, oficial de Asuntos Económicos de la Unidad de Energía y Recursos Naturales de la CEPAL.

  «Ya estamos sintiendo los impactos del cambio climático. Podemos ver, por ejemplo, cómo la temporada de huracanes es más frecuente y con más intensidad, los estragos que están causando en la Península de Yucatán, en las islas del Caribe, en todo el Golfo de México y la gran cantidad de poblaciones afectada», resaltó la funcionaria, quien participó en el apartado de Desarrollo climático resiliente del reporte.

 Aparte de la urgencia de contar con sistemas de alerta temprana, es necesario que las poblaciones rurales, marginales y aisladas del País tengan acceso a servicios básicos. Un generador o un panel solar durante o tras una tormenta les permitiría tener electricidad para alumbrar su camino hacia un albergue y usar un sistema de radiocomunicación, por ejemplo.

 Es importante porque aunque se consiga limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados durante este siglo, el informe del IPCC prevé que estarán en riesgo vidas humanas en Norteamérica por tormentas severas y huracanas, en especial en zonas costeras.

 A nivel mundial, el reporte dio a conocer que más de 3 mil millones de personas viven en contextos de alta vulnerabilidad al cambio climático, considerado como una amenaza para el bienestar de la humanidad.

 Ley y Lucatello son parte del Grupo de Trabajo II del IPCC, dedicado a aportar los aspectos de impactos, adaptación y vulnerabilidad al Sexto Informe de Evaluación (IE6), documento que provee información científica rigurosa sobre el cambio climático a los tomadores de decisiones de los países miembros de la ONU.

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