Cusihuiriachi.- Transcurrieron prácticamente seis meses del último hundimiento que registra la cabecera municipal de Cusihuiriachi y aún no se entrega el dictamen que permitirá al Gobierno local determinar si se repara el acceso principal a la cabecera municipal o se trabaja en una entrada alterna al público en general.

Fue el lunes 17 de junio pasado cuando autoridades municipales clausuraron el acceso principal a la cabecera por una serie de hundimientos que se presentaron en una zona subterránea no operativa de la empresa Diabrass Mexicana, por el resquebrajamiento del concreto hidráulico del acceso y por el desconocimiento de la situación que imperaba debajo de dicho acceso.

Con el transcurso de la semana, la empresa minera determinó que debajo de la carretera de acceso no se realizaba ninguna extracción, ya que ésta se realizaban rumbo a la parte oeste del acceso ubicado en el sector.

Sin embargo, las detonaciones y el trabajo propio de la compañía obligaron desde hace medio año a tomar una ruta alterna para evitar el riesgo de un hundimiento en el lugar.

Este viernes, el presidente Abel Ordóñez García mencionó que se analiza la posibilidad de habilitar una ruta alterna para acceder al pueblo minero de Cusihuiriachi, sin embargo será el dictamen que ofrezca el área de geología lo que habrá de determinar si se debe reparar el acceso principal o bien habilitar el acceso temporal u otro camino que permita al turismo regional y a las familias de Cusihuiriachi el acceso a esta comunidad.

Al respecto, el edil destacó con seguridad que de manera independiente a cuál sea el acceso para el mineral, deberá ser la empresa Diabrass Mexicana la que absorba este gasto en su totalidad, toda vez que dicha alteración se originó por las actividades de esta compañía.

El camino alterno, que representa unos minutos más de traslado, está ubicado en terrenos de la empresa que rodean el punto de hundimiento y que llegan a el inicio de la comunidad, sin embargo está constituido por un camino de terracería que en temporada de lluvias, y aun de secas, despertó muchas manifestaciones de enojo entre un sector de habitantes del municipio que tenía que acceder a la cabecera para realizar trámites con el Gobierno local.

Finalmente, después de un medio año, no hay claridad en torno a lo que ocurrió en este punto ni la forma en la que se habrá de reparar el daño que sufrió el pueblo minero con vocación turística que trajo el progreso a esta región.

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