Alejo Oroño se encontraba con su familia cuando decidió caminar al kiosco localizado en la esquina de Bustamante y Marqués de Avilés, en William Morris, Hurlingham, una ciudad del Gran Buenos Aires (Argentina).
“Lo que nos enteraríamos en el hospital es que ahí se encontró con su pareja y madre de su hijo, y que juntos fueron a la casa de un amigo de ella”, dice Gisela, prima de Alejo, a Clarín.
Oroño se reunió con Nadia Navarro, con quien tenía un hijo de 18 meses de edad. La situación se tornó tensa y el joven dejó el lugar, mientras Navarro se quedó con sus amigos comiendo pizza.
Ya cerca de la media noche, la cámara de un supermercado de la zona captó un segundo encuentro en el que discutieron a gritos, según el testimonio de gente en los alrededores.
La mujer de 24 años empujó al hombre de 22 y de un momento a otro sacó un cuchillo de cocina y se lo clavó en el corazón.
Con esfuerzo, Oroño se retiró del lugar; en un primer momento Navarro lo siguió, pero, un instante después, se dio a la fuga.
Uno de los tíos del hombre se encontraba por la zona e incluso escuchó parte del pleito, pero solo alcanzó a encontrar a su sobrino en el piso.
El familiar lo subió a su vehículo y lo llevó de inmediato al Hospital San Bernardino, de Hurlingham. Sin embargo, el joven falleció 20 minutos después.
La detención de Navarro se concretó a unas cuadras del lugar del crimen. El fiscal de la causa, Bernardo Kiper, a cargo de la UFI 1 de Morón, indagó a la sospechosa por el delito de homicidio.