Ciudad de México— “Hubo un momento en que el personal de la Guardia Nacional escuchó disparos y uno de los elementos disparó y desgraciadamente uno de los cuatro vehículos que estorbaban se atraviesa en la trayectoria”, informó ayer Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional, en torno al asesinato de Jessica Silva tras la toma de la presa La Boquilla.

En conferencia de prensa en Palacio Nacional, Rodríguez Bucio relató los hechos ocurridos el pasado 8 de septiembre en Delicias y dijo que todo fue “un desgraciado y lamentable accidente”.

Afirmó que luego de la toma de la presa, los elementos federales se replegaron hacia la derivadora, que se encuentra cerca de la presa, y algunas personas que participaron en la manifestación tomaron armas y granadas que tenía el personal de la Guardia Nacional.

“Unos de ellos pasaron cerca de la derivadora donde está el otro personal de la Guardia y amenazaron al personal con lanzar una de las granadas que llevaban”, expuso.

Dijo que se detuvo a tres personas y se organizó personal de la Guardia para ponerlos a disposición por la posesión de granadas.

“La puesta a disposición iba a ser en Delicias, la cuestión es que en el trayecto de la derivadora hacia Delicias coinciden también con la salida de muchos de los vehículos que vienen en ese momento saliendo de La Boquilla pero en especial tenemos la información de que hubo cuatro vehículos que se mezclaban entre el convoy que llevaba a los detenidos tratando de estorbar el movimiento y lo que creemos es que también pretendían aprovechar para quitarles a los tres detenidos que llevaba el personal de la Guardia”, añadió.

Al relatar la información que hasta ahora se le ha transmitido a la corporación por parte de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, el comandante explicó que en algún momento del trayecto el personal de la GN escuchó disparos, aunque no se tiene claro de dónde provenían.

“Uno de los elementos dispara, desgraciadamente en ese momento uno de los cuatro vehículos que iban estorbando al movimiento del convoy que llevaba los detenidos iba pasando al lado derecho del vehículo de la Guardia y fue cuando les pega a las dos personas”, dijo.

El pasado 8 de septiembre Jessica Silva Zamarripa y su esposo, Jaime Torres, fueron atacados a balazos luego de participar en una manifestación contra la extracción del agua para el pago del tratado de 1944 con Estados Unidos.

Silva murió en el lugar y Torres continúa hospitalizado con heridas de bala.

En la conferencia mañanera en Palacio Nacional, Rodríguez Bucio explicó que después de la agresión la Guardia Nacional se replegó porque, asegura, “hubo un momento en que algunas personas tomaron armas y granadas”.

El secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, concluyó diciendo que hace un par de días la información de lo ocurrido fue puesta a disposición de la Fiscalía General de la República.

“Hoy este tema está en manos de la Fiscalía General de la República en virtud que puede involucrar al personal federal”, manifestó.

“Aquí ratificamos la disposición del compromiso, ayudar en todo lo que esté a nuestro alcance con la Fiscalía General de la República para avanzar de manera definitiva en la investigación, también por supuesto hemos puesto a disposición de la Fiscalía General de la República la información con la que ahora contamos por ambas vías, tanto por la vía de la comandancia como con lo que contamos por la vía de Asuntos Internos”, añadió Durazo. (Con información de Isabella González / Agencia Reforma)

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