La Cámara Baja de Estados Unidos apoyó una iniciativa para prohibir las armas de asalto en el país aunque tiene pocas posibilidades de prosperar.

La Cámara Baja de Estados Unidos, bajo control demócrata, apoyó una iniciativa para prohibir las armas de asalto en el país, que tiene pocas miras de prosperar en el Senado, donde los progresistas tienen una ajustada mayoría.

Con 217 votos a favor y 213 en contra, la Cámara de Representantes respaldó esta propuesta, presentada por el legislador demócrata por Rhode Island David Cicilline, antes de entrar en receso durante agosto.

Casi toda la bancada demócrata menos cinco legisladores votaron a favor de la iniciativa frente a la oposición de la mayoría de los republicanos, de los que solo dos la apoyaron.

La propuesta busca penalizar la venta, fabricación, transferencia posesión e importación de varios tipos de armas semiautomáticas y de municiones de alto rango, tras los tiroteos de los últimos meses en el país, donde en algunos casos se emplearon fusiles de asalto.

Tras el anuncio del resultado de la votación por parte de la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, los demócratas ovacionaron.

Durante el debate previo, Pelosi afirmó que cada año mueren más niños en Estados Unidos por la violencia con armas que por cualquier otra causa, como el cáncer o los accidentes de tráfico.

Recordó que las armas de asalto “han sido usadas en una masacre tras otra” en el país y que en muchos casos han tenido como blanco a menores de edad.

La presidenta de la Cámara Baja mostró, además, un anuncio de una arma de asalto diseñada para ser utilizada por menores.

Ese tipo de armamento ha sido empleado en los tiroteos más mortíferos de los últimos años, como el de mayo pasado en Uvalde (Texas), donde 19 niños y 2 adultos murieron, y el de Sandy Hook en Newtown (Connecticut), donde 20 menores y 6 maestros perdieron la vida en 2012.

La votación en el Congreso fue celebrado en un momento en que se celebra la fase final del juicio al autor confeso de la matanza de 17 personas en un instituto de secundaria de Parkland (Florida) en 2018, quien también empleó un arma de asalto.

Estados Unidos aprobó en 1994 un veto federal a las armas de asalto en el país, pero en 2004 expiró sin que el Congreso lo renovara.

Durante el debate, Pelosi aseguró que durante esos 10 años de prohibición bajó el 40 por ciento la violencia con armas de asalto y que después de que expirara ese veto subió en un 500 por ciento.

En junio pasado, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un acuerdo histórico, aunque de mínimos, para reforzar el control de las armas de fuego en general.

Esa iniciativa incluye una revisión del proceso de compra para los menores de 21 años y extiende a todo el país las llamadas leyes de “alerta de peligro” (“Red Flag”), que permiten activar un procedimiento legal para confiscar las armas de fuego de quienes representen un peligro para terceros o para sí mismos.

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