La pesadilla no ha terminado para Marco quien tras dos meses de pelear por su vida intubado e inconsciente fue dado de alta el pasado jueves.
El hombre entró pesando 80 kilos y ahora apenas rebasa los 50 kilos. Aprieta el pantalón sobre sus piernas para mostrar cómo casi nada más quedó la piel pegada al hueso.
Tras el colapso total de sus pulmones vivirá con secuelas, pero vivirá.
Su hijo dice, esto no se ha acabado, esto apenas comienza para nosotros y mi papá”
Mientras decenas de familias de otros pacientes permanecen afuera del hospital en espera de noticias de sus seres queridos.