Basados en la estimulación magnética transcraneal (TMS) no invasiva, científicos de España lograron desarrollar un método para tratar a personas con depresión fármaco-resistentes. La técnica consiste en descargas eléctricas en una zona concreta del cerebro, mediante un casco apoyado en el cuero cabelludo del paciente; como resultado, se “reinicia” el cerebro y se cura la depresión.

“Pasa corriente eléctrica a través de un casco de estimulación generando un campo magnético que, a su vez, induce una corriente en la zona del cerebro que se quiere estimular”, dijo Guglielmo Foffani al diario El Español.

La estimulación magnética permite activar en repetidas ocasiones las neuronas,lo que ocasiona efectos de plasticidad a largo plazo y reduce o aumenta la excitabilidad de los circuitos cerebrales.

Como resultado, lo anterior contribuye al tratamiento de la depresión, pues es precisamente un desequilibrio en la excitabilidad de los circuitos de las cortezas frontales lo que sucede cuando se presenta la enfermedad.

“La aplicación de sesiones repetidas de TMS puede reequilibrar la excitabilidad de esos circuitos, mejorando los síntomas de la depresión”.

La estimulación magnética ha sido utilizada para tratar diferentes patologías a través de la estimulación de otras partes del cerebro, como la migraña y el trastorno obsesivo compulsivo, sin embargo, su eficacia para tratar la depresión fármaco-resistente ha sido comprobada en varios ensayos clínicos multicéntricos. Asimismo, ha sido aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.

No obstante, también existen ciertas contraindicaciones, pues de acuerdo con Foffani, algunos riesgos pueden presentarse si el paciente tiene un marcapasos o algún otro objeto metálico sensible al campo magnético.

En el video podemos ver el caso de una chica que presenta ansiedad y depresión. Los problemas comenzaron después de la muerte de su madre y posteriormente se intensificaron al presenciar un tiroteo escolar. La paciente presentaba ataques de pánico y pensamientos suicidas.

Después de seguir un tratamiento con 14 fármacos diferentes para combatir su depresión, comenzó a presentar diferentes efectos secundarios: náuseas, aumento de peso, pérdida de cabello y pérdida de apetito.

No fue hasta que comenzó su tratamiento con estimulación magnética transcraneal, que empezó a notar cambios en su enfermedad. Actualmente, la paciente lleva 9 meses sin síntomas depresivos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *