Para que sea acreditado como desaparición forzada se deben presentar testigos del acontecimiento, en el que testifiquen que fue el crimen organizado, un particular o incluso una corporación de seguridad quien se llevó a la fuerza al o a los afectados, reconoció la funcionaria estatal.
Concepción Cruz, detalló que varias personas, incluso niños, han podido escapar de campos de trabajo de la sierra, pero que lamentablemente no se ha podido detener de manera reciente a sus captores.
El último de los casos se presentó en un lugar conocido como “La Gallina” de la sección de Yoquivo, municipio de Ocampo, en el que 21 hombres que eran explotados por la delincuencia organizada en plantíos de amapola y mariguana fueron rescatados, no hubo detenidos.
De la región de Baborigame también hay registros de personas que son reclutadas para los plantíos, “antes les pagaban por día, pero ahora ya no y también hay casos de trata porque ya se llevan mujeres y las regresan embarazadas”.
Indicó que se trata de una cifra de las situaciones que han sido denunciadas y que actualmente son atendidas, pero que hay otros casos que la misma gente decide callar, principalmente por miedo o por falta de credibilidad en las autoridades.
“El contexto de la violencia no permite que la gente denuncie, hay mucho miedo y no podemos obligar a nadie a que exponga la situación por la que atraviesa, por lo que muchos de ellos prefieren dejar sus lugares de origen” La funcionaria comentó que algunas organizaciones dan acompañamiento muchos de los casos, entre ellos Justicia para Nuestra Hijas, quien brinda apoyo a cerca de 550 víctimas, de las cuales, por lo menos la mitad son desapariciones, mientras que el Cedehm apoya a más de 100 familias, casi 600 personas.
La titular del Registro Estatal de Víctimas de la Ceave, reiteró que el número de desapariciones forzadas en Cuauhtémoc y zona occidente puede ser mayor, pero que actualmente sólo se trabaja en las que son denunciadas, la mayoría bajo el concepto de ausencia.
“Pueden ser muchas más personas, pero no hay denuncia y no se puede contabilizar”, dijo.
Además, dijo que a través de Justicia para Nuestras Hijas y el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres, ha sido el mecanismo para el registro y para poder llegar a las víctimas del delito, “pero son solo algunas, hay otras que no han denunciado y no sabemos donde están”.