Ciudad Juárez– A un mes de no saber nada sobre el paradero del grupo de migrantes que fue privado de la libertad el pasado 25 de septiembre, entre los municipios de Coyame del Sotol y Guadalupe, familiares solicitaron el apoyo del Gobierno Federal para continuar con su búsqueda, principalmente “de lado de Juárez”.

“Que no nos dejen de apoyar, no son nada más una carpeta, no son una carpeta más, son papás, son hijos, son hermanos y esposos. Y ya es un mes”, dijo la esposa de Javier Ricardo López Rodríguez, de 38 años de edad, quien pidió omitir su nombre por seguridad, ya que en la búsqueda de su marido la han intentado extorsionar cinco veces.

Javier es padre de tres hijos de 7, 14 y 20 años; es originario de la ciudad de Chihuahua, y laboraba como mecánico, pero casi no tenía trabajo, por lo que decidió irse a Estados Unidos. Él quería llegar a Dallas.

El cobró total del coyote, por guiarlo a través de la frontera de Ojinaga, sería de 7 mil dólares, 4 mil de los cuales le dieron en la misma capital del Estado, mientras que los 3 mil restantes se los entregaría al llegar a su destino, a donde nunca llegó porque fue privado de la libertad junto a 12 personas más.

El coyote lo citó la noche del 24 de septiembre en la Comandancia Sur de Chihuahua, pero a la mañana siguiente le habló a su esposa para que le llevara desayuno a una casa de la misma capital del estado, esa fue la última vez que lo vio.

Más tarde hablaron y ya estaban en Coyame del Sotol. En total eran 13 migrantes y el coyote. Entre ellos iba un adolescente de 14 años de edad, quien días después les narró a los familiares que esa noche salieron de Coyame del Sotol hacia Ojinaga, pero cuando iban en una brecha hacia Lomas de Arena, municipio de Guadalupe, fueron interceptados por tres camionetas, en las que viajaban varios hombres armados y encapuchados.

Les relató que a él también lo subieron, pero al darse cuenta de que se trataba de un menor de edad le dijeron “tú vete”, y él salió huyendo. Les dijo que de lejos escuchó disparos de arma de fuego, pero no volteó; caminó hasta que fue detenido por agentes de la Patrulla Fronteriza, quienes lo expulsaron a México a través de la frontera El Paso-Juárez.

Al enterarse de lo ocurrido, los familiares comenzaron a denunciar la desaparición de los migrantes y del coyote ante las autoridades de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua (FGE), a partir del primero de octubre.

La denuncia logró que ocho corporaciones se sumaran en su búsqueda: la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); la Guardia Nacional (GN); Grupo Beta, del Instituto Nacional de Migración (INM); la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) y la Unidad Especializada en Investigación de Personas Ausentes y/o Extraviadas, de la Fiscalía General del Estado (FGE); la Secretaría Estatal de Seguridad Pública (SESP); la Comisión Estatal del Búsqueda (CEB); y las policías municipales de Coyame y Guadalupe.

Sin embargo, el Gobierno Federal dejó de participar en los operativos de rastreo, por lo que ayer, a un mes de que fueron privados de la libertad sus familias pidieron al gobierno mexicano que no los deje de buscar.

“Ya es un mes, ¿por qué no buscan de lado de Juárez?, porque todo indica que están para aquel lado”, dijo el familiar de otro de los desaparecidos.

Se trata de los chihuahuenses José Luis Pallares, de 47 años de edad; Javier Ricardo López Rodríguez, de 38; Amador Aguilar Mendoza, de 55; Emmanuel Aguilar Bailón, de 24; Lorenzo Abraham González Mendoza, 39; Benigno Alberto López Castro, de 36; Luis Carlos Islas Villegas, de 30; Alán Ricardo Salas Torres, de 22 y Daniel Villa Rascón.

También iban en busca del llamado “sueño americano” Elías Girón Mateo, de 31 años, habitante el Estado de México, y Rodolfo Guzmán González, de 32 años, originario de la ciudad de Santiago de Querétaro, así como dos hombres de 33 y 37 años de edad, cuyos familiares pidieron a la FGE reservar la identidad por motivos de seguridad.

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