México.- “No, joven, ya me queda pura sin alcohol», dice el tendero y señala el refrigerador donde las latas verde y azul comparten espacio con jugos y refrescos que tratan de llenar los huecos que la cerveza dejó. «Hace una semana que ya no tengo y no he podido conseguir más, ya nomás quedan esas”.

Hasta hace dos semanas, Rubén aún tenía cervezas, inclusive lanzó la promoción de tres latones de cerveza Indio por 45 pesos, pero ahora solo quedan las cajas vacías con “cascos” de caguamas a la puerta de su negocio, que dan la bienvenida a clientes que de cuando en cuando entran a preguntar.

En la tienda alrededor de San Juan de Aragón, la respuesta es la misma de sus dueños: “Ya no tengo”, y los refrigeradores estampados con los logotipos de Corona o Tecate albergan lácteos, embutidos u otras bebidas para aprovechar el espacio.

Doña Eva dice lo mismo, lleva dos semanas desde que vendió la ultima cerveza. Cuenta que a pesar de la ley seca impuesta por la alcaldía Gustavo A. Madero, de jueves a domingo, la gente se surtía entre lunes y martes con lo que pudiera.

“Se llevaban lo que podían, hay un lugar donde todavía me venden cerveza, pero está muy cara, tendría que dar la caguama en más de 60 pesos para que me salga; además, tengo que pagar el taxi para traerla y la gente ya no quiere pagarla, ya les pregunté y me dicen que no, ya por eso no traje”.

Tomás vive en la colonia Pradera, también de la Gustavo A. Madero, cuando se enteró que Grupo Modelo y Heineken pararían la operación de sus plantas, pensó en comprar varios cartones de cerveza, pero se contuvo para no verse “acaparador”; solo compró unos «six» que duraron poco, pero desde hace unas semanas, encontrar cerveza se ha vuelto cada vez más difícil.

“De las cuatro tiendas donde regularmente consigo caguama a precio de lista normal ya no tienen nada, están sus refrigeradores llenos de otras cosas. Solo en una encontré algunas Viña Real, en el Modelorama solo conseguí algunas Bud Light, así que compré de esas, ya era lo último que tenía”, señala.

“No me gustan -confiesa-, aunque sea una cerveza muy vendida en Estados Unidos. Para ser una clara le hace falta mucho sabor, parece que tomo una Sol. Aun así compré dos sixs por 235 pesos, luego regresé por otros dos, fue lo único que encontré en las tiendas alrededor para no salir más de dos kilómetros”.

Sin embargo, el paro de las cerveceras por la contingencia sanitaria no solamente ha generado una escasez en el mercado, sino también un alza de precios de las ultimas latas y botellas disponibles en el mercado.

“El six de Modelo Especial está a 150 pesos, la normal, no el latón, el six de Barrilito a 100 pesos y a 71 pesos la caguama de Indio –dice Christopher, también habitante de la Gustavo A. Madero-, pero ‘El Pelón’ dice que tiene Modelo Especial hasta hoy, pero ya empezó a rematar las artesanales e importadas que tiene, todas a 30 pesos, hasta agotar existencia, ya luego será solo tienda”.

Pero la carestía de cerveza también ha llegado a plataformas de comercio electrónico. En Mercado Libre, varios vendedores comercializan six y paquetes por encima de los precios comunes en el pasado.

Y es que, en plataforma, usuarios comercializan un six de Tecate Light o Barrilito en 239 pesos, cuando su precio regular era de 90 y 47 pesos, respectivamente, así como charolas de 24 latones en 780 pesos, por lo que cada lata tendría un valor de 32.5 pesos.

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