Sidney, Australia.-Un padre de familia al que le arrancaron un enorme trozo de piel del cuello para extirpar un melanoma mortal emitió una advertencia a todos a los que les gusta asolearse.

Ryan Glossop, de 37 años, tomó la decisión de en noviembre del año pasado de ir a hacerse un chequeo médico después de que un amigo murió trágicamente de cáncer de piel.

Lo que comenzó como un pequeño lunar en la parte posterior del cuello del hombre originario de Perth, después fue diagnosticado como canceroso.

Dos cirugías más tarde, los resultados de Glossop seguían arrojando resultados anormales.

«Cada vez que la marca aparecía de nuevo y se le decía que necesitaban removerla, se sentía enfermo», dijo a Fox News Fallon Glossop, la esposa de Ryan. «Realmente no puedo explicar ese sentimiento, pero es algo por lo que nunca querría volver a pasar».

Cada cirugía requirió que se extirpara más y más piel de la parte superior de la espalda y del cuello del hombre.

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