«La reciente reforma que marca la elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros significa más autonomía e independencia del Poder Judicial», afirmó la presidenta. En respuesta a las críticas que señalan un posible intento de control sobre la Suprema Corte, Sheinbaum aclaró que, si su objetivo hubiera sido controlar la Corte, se habría seguido un modelo como el de Ernesto Zedillo. Sin embargo, subrayó que «eso es autoritarismo, nosotros somos demócratas».
Sheinbaum insistió en que esta reforma es un paso hacia la erradicación de la corrupción en el Poder Judicial, y explicó que el proceso será transparente y democrático. «Habrá una convocatoria única, un comité de selección de candidatos y candidatas para garantizar que cumplan los requisitos, y quien decidirá será la gente, será el pueblo», detalló. La presidenta se mostró confiada en que, con el tiempo, esta reforma será reconocida como un avance crucial para el país.
Asimismo, la mandataria aprovechó para enviar un mensaje de tranquilidad a los trabajadores del Poder Judicial, garantizando que sus derechos y salarios estarán plenamente salvaguardados. «A los y las trabajadoras del Poder Judicial, quiero decirles que sus derechos están totalmente protegidos», concluyó Sheinbaum.
Con esta reforma, la administración de Sheinbaum busca consolidar la Cuarta Transformación mediante un “sistema judicial más justo, transparente y verdaderamente independiente”.