Joel, adolescente de 13 añossobrevivió al COVID-19 después de pasar 17 días intubado en el IMSS de Tijuana. Pese a su edad, empeoró repentina y necesitó ese tiempo el respirador.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) narró el caso del joven Joel, quien “en los últimos meses estuvo en un relativo confinamiento, limitado en la convivencia con sus amigos y sus familiares” pero cayó gravemente enfermo de COVID-19.

 

Empeoró repentinamente.

El joven de Tijuana (Baja California) amaneció un día -viernes- con molestias en la garganta, fiebre y leve dolor de cabeza. “Al mediodía continuaron los síntomas, atribuidos a una gripe común. Siguieron dos días de inyecciones y algunos medicamentos orales para contrarrestar el malestar físico“.

Tres días después de mostrar los primeros síntomas -el domingo- “no podía hablar ni moverse. Sólo se me quedaba viendo”, contó su padre.

Lo subieron a auto, buscaron ayuda en varias clínicas particulares pero no lo aceptaron.

“Sólo en un hospital me lo recibían si pagaba por adelantado poco más de 50 mil pesos. No tenía ese dinero. Hablé con el doctor de la familia y me dijo que lo llevara al Hospital número 20 del IMSS, especializado en el coronavirus”, agregó el papá.

 

Lo internaron muy grave.

Esa noche llegó al Hospital General Regional No. 20 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana. Lo recibieron de inmediato, para después diagnosticarlo e internarlo. Joel ya estaba muy grave.

Internistas, neumólogos, pediatras y el equipo de enfermería del área COVID-19 en el nosocomio lo atendieron con pronóstico reservado.

Lo intubaron después en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Sus niveles de oxigenación eran críticos. Los pulmones los tenía totalmente congestionados.

El papá expresó: “Yo sabía que mi hijo estaba en peligro de muerte, estaba desesperado, pero no perdimos la esperanza. La atención que tenía de los doctores y las enfermeras era excelente. Me mantuvieron todo el tiempo informado”.

Cayó en coma.

Duró 17 días intubado y fue el paciente más grave que atendía el hospital. Llegó a caer en coma y requirió múltiples cambios en el tratamiento para recuperarse.

El doctor César Figueroa, director del Hospital, afirmó sobre Joel que “fue un paciente con un escenario muy complicado, que requirió de una atención especializada adicional para sacarlo de su gravedad”.

“Se hizo, como en todo paciente, todo lo médicamente posible. En el caso de Joel, por fortuna, su organismo y juventud finalmente respondieron positivamente”, manifestó.

Sobrevivió.

Después de durar 28 días ingresado en el hospital dieron de alta al joven, quien pasó 17 días intubado.

El propio menor no recuerda detalles de su enfermedad, sólo que despertó en la cama del hospital con una mascarilla de oxígeno, suero en el brazo y prácticamente cero molestias.

Los últimos cinco días estuvo en observación.

El papá de Joel hizo una carta manuscrita que le entregó al personal del hospital, para agradecer la labor de médicos, enfermeras, camilleros, intendentes y todos los involucrados.

Reconoció el profesionalismo y capacidad humana del personal del Hospital General 20 del IMSS en Tijuana.

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