Chihuahua.- Estimaciones realizadas por empresas que desde el inicio de la administración surten de medicamento e insumos a la Secretaría de Salud, denunciaron que registran adeudos por parte del Estado cercanos a los mil millones de pesos, situación que ha los obligado a despedir personal y a estar pasando por momentos de crisis que los tienen prácticamente en la quiebra.

Uno de los proveedores, quien pidió omitir su nombre por miedo a represalias, informó que son cerca de 300 empresas locales y nacionales las que surten de insumos a los distintos hospitales y clínicas a cargo de la Secretaría de Salud, pero que desde enero de este año, el Gobierno del Estado dejó de pagar los adeudos pendientes, bajo el argumento de que no hay recursos.

“Lo que pensamos es que hay una empresa que les vende, porque nos siguen pidiendo cotizaciones millonarias, pero no nos compran ni una aspirina o una bolsa de algodón; creemos que se cubren las espaldas con los documentos que nos solicitan”.

“El exsecretario de Salud, Ernesto Ávila, hizo malos manejos y ahora Enrique Grajeda no quiere reconocer todas las compras que se habían hecho por miedo a no querer estampar una firma en algo que él no compró, pero que fue solicitado por la Secretaría a muchas empresas”.

Dio a conocer que el Gobierno dejó de comprar insumos en febrero, pero tampoco pagó todo el adeudo que había anteriormente, “ya despedí a varias personas y a los que se quedaron tuve que darlos de baja del IMSS. No hay dinero para sacar adelante los compromisos”, dijo.

“Se aprovecharon de que habemos productores hambrientos por surtir y que nos pague. Nos pidieron a todos para surtir los hospitales, pero no nos han pagado y eso nos tiene muy mal”.

Reiteró que lo más grave es que se pudieran seguir presentando manejos turbios, debido a que aún con los adeudos, les siguen solicitando cotizaciones, pero al final nada les compran, “creemos que nos toman sólo como punto de referencia y después le otorgan los contratos a algún proveedor que sí les está dejando dinero”.

Dijo que se trata de una situación generalizada, debido a que muchos de los proveedores ya han coincidido en lo mismo, “son malos manejos, pero no sabemos si sea porque el gobernador se la pasa peleando con medio mundo o si en realidad hay o no dinero”.

“El caso es que no compran, pero tampoco han pagado en todo el año lo que deben y eso está afectando a los empresarios y a todas las familias que dependen de ese trabajo”, finalizó.

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