“Las condiciones en Venezuela amenazan la seguridad de los pasajeros, las aeronaves, y las tripulaciones que viajan hacia o desde ese país», declaró el Departamento de Seguridad Interior en una carta dirigida al Departamento de Transporte.

La decisión de la autoridades estadounidenses se suma a la prohibición que ya existía desde marzo sobre los vuelos pasajeros. Ahora, esta prohibición se extiende a los vuelos de carga.

El pasado 28 de marzo, American Airlines se convirtió en la última aerolínea estadounidense en suspender sus servicios en Venezuela, siguiendo los pasos de United y Delta, que cancelaron sus vuelos desde el 2017.

Actualmente, Venezuela está en la lista de los países de “No viajar” en las recomendaciones de viaje del Departamento de Estado.

Esta decisión fue justificada alegando “informes de disturbios civiles y violencia en y alrededor de los aeropuertos” y citando “el riesgo de acciones […] contra estadounidenses y ciudadanos estadounidenses en Venezuela”, según la misiva del Departamento de Seguridad Interior.

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