Ciudad Juárez– La masacre contra la comunidad de La Mora sería el resultado de una alianza entre el narcotraficante Rafael Caro Quintero y el grupo criminal La Línea, afirmó el líder mormón Adrián Lebaron.

Dijo que según la investigación federal, un mes antes los delincuentes se reunieron en Buenaventura, donde planearon un ataque coordinado desde Caborca, Sonora hasta el noroeste de Chihuahua “para calentar esa zona y cerrarles el paso a los otros cárteles hacia Estados Unidos”, relató.

“Total que les funcionó, a estos cabrones les funcionó matando a mi hija”, dijo el padre de María Rhonita Miller, quien el 4 de noviembre de 2019 fue asesinada y luego incinerada dentro de la camioneta en la que viajaba con cuatro de sus hijos.

Durante la masacre perdieron la vida tres mujeres y seis niños, mientras que seis menores más quedaron heridos.

Con la recomendación del Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) de tener cuidado tras la detención de Roberto G. M., alias “El Mudo” o “El 32”, líder de La Línea en el noroeste de Chihuahua, Lebaron sólo espera que termine la violencia en Chihuahua y poder saber la verdad sobre lo que pasó ese día.

“Yo quiero verle la cara y preguntarle, que suelte la sopa, ¿qué paso?, para ya tener tranquila nuestra alma. No sabemos qué pasó, no sabemos la verdad, como se ha dicho anteriormente, ese es uno de los objetivos más grandes, saber, ¿quién lo mandó hacer esta masacre?, ¿un capo más grande?, o a lo mejor va a decir que el diablo mismo fue el que lo mandó, no sé”, señaló.

Aunque según lo que les han dicho las autoridades fueron al menos 100 las personas que participaron en el ataque contra su familia, hasta ayer habían sido detenidos 15 hombres, pero solamente dos han sido ligados oficialmente con la masacre: Jesús “P” y Alfredo “L”, alias “Coma Lara”, por lo que espera que el tercero vinculado a proceso sea “El 32”.

De acuerdo con Lebaron, en la audiencia de vinculación a proceso de Alfredo “L”, ocurrida el pasado 10 de noviembre, el juez relató lo que había pasado, según la investigación federal.

“El juez dijo que un mes antes de la masacre se habían ido ahí a Buenaventura, Chihuahua, ahí cerquititas de mi pueblo, gente de allá de Caborca, un tal Rafael Caro Quintero, parece ser que estuvo ahí en ese lugar. Parece ser que planearon un ataque coordinado, unos por el lado de Caborca y otros por el lado de Chihuahua, para calentar esa zona y cerrarles el paso a los otros cárteles hacia Estados Unidos”, relató.

Caro Quintero, quien tendría responsabilidad en la masacre de las familias mormonas, es actualmente el hombre más buscado por la Agencia de Administración de Control de Drogas (DEA), la cual ofrece una recompensa de 20 millones de dólares por información que lleve a su captura, ya que es señalado por el asesinato del agente federal Enrique Camarena y por los delitos de secuestro y posesión con intención de distribuir mariguana y cocaína.

El supuesto narcotraficante se encuentra prófugo luego que en 2013 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) revirtió un amparo que le permitió recobrar su libertad.

De acuerdo con Lebaron, en la misma audiencia del “Coma Lara”, su defensa argumentó que la masacre contra tres mujeres y 14 niños fue una equivocación.

“Pero el juez le dijo: equivocación es cuando sales en la noche, todos los gatos son pardos, le disparas a un bulto sin saber qué es y en la mañana aparece que es cristiano. El cuerpo –las víctimas– pues tal vez sí hubo una equivocación, pero ahí tú saliste a matar y mataste, planeaste matar y sucedió esa masacre, y a ti te estoy vinculando a proceso en primer grado por premeditación, alevosía y ventaja, porque tú saliste con el plan”, narró el padre de María Rhonita.

Sobre la detención de Cruz Iván S. Z., alias “El Cholo”, dijo que el mismo 10 de noviembre en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) se le informó que sería trasladado a la Ciudad de México, pero no le han dado más informes.

“Parece ser que tengo que ir y abrir las puertas o tumbar las puertas para que se me informe”, lamentó sobre la presunta detención de quien le habría informado a las autoridades el lugar en donde su grupo criminal enterraba a sus víctimas.

Hace dos semanas se llevó a cabo un operativo federal en el ejido Guadalupe Victoria, municipio de Casas Grandes, donde fueron encontrados los restos óseos de 11 personas, cuya información oficial tampoco se ha dado a conocer.

Hasta el cierre de esta edición tampoco se había informado de manera oficial sobre el operativo de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), en el que fueron detenidos Roberto G. M., alias “El Mudo” o “El 32”; Santiago C. R., alias “El Condor” y Eulalio D. A., bajo la investigación de la masacre cometida el 4 de noviembre de 2019 contra las familias Lebaron, Miller, Langford, Johnson y Ray.

“Se hizo la noticia y yo estuve hable y hable a la Seido, con la secretaria de Inteligencia y al fin me confirmaron que sí, a través de los abogados, de los asesores jurídicos. Yo sí sabía que andábamos tras de él y yo sí tenía los dedos muy cruzados que sucediera, pero ahora que sucedió también –estoy– poco nervioso, porque acaban de tumbar al jefe de la plaza de la ciudad más grande del noroeste de Chihuahua, que es Nuevo Casas Grandes”, confesó Adrián Lebaron.

Aunque hasta ayer no había solicitado protección a las autoridades mexicanas, dijo que en Estados Unidos le pidieron que tuviera cuidado.

“Sí me ha mandado decir el FBI que esté muy atento, por cualquier cosa que pueda suceder. Me mandó un mensaje, que esté con todas las antenas puestas, porque sí está muy cerquita ese individuo”, dijo el habitante de la colonia Lebaron, en el municipio de Galeana.

El presunto líder de La Línea ya había sido detenido en diciembre de 2016, pero luego fue puesto en libertad. Después fue señalado por las autoridades de Chihuahua del enfrentamiento registrado el 5 de julio de 2017 en el poblado de Las Varas, municipio de Madera, donde murieron 15 personas. Y posteriormente de la masacre contra la comunidad mormona.

“Parece ser que ahora sí hicieron las cosas bien, todo parece indicar que ahora sí no le avisaron mucho a mucha gente, les cayeron de sorpresa y de sopetón, y lograron la detención”, aseguró.

Roberto G. M., es el tercer individuo que las autoridades de México tratan de vincular a proceso por homicidio doloso.

En el ataque murieron Rhonita Miller, de 30 años, y cuatro de sus hijos: Howard y Krystal, de 12 y 10 años, y los cuates Titus y Tiana, de ocho meses de nacidos; Dawna Ray Langford, de 43 años de edad, y sus hijos Trevor y Rogan, de 11 y dos años; y Christina Marie Langford, de 32 años de edad.

“Ahora nosotros queremos también, estamos rogándole a Dios, que con esta detención pues deje de haber muertos y que podamos pasar una Navidad y un Día de Gracias más tranquilito”, dijo el hombre quien también pidió justicia para las más de 56 mil familias mexicanas que han sido víctimas de la violencia en este sexenio, sin dejar pasar todos los casos pendientes.

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