Chihuahua.- Ante el consumo desmedido de agua y las nulas acciones para recargar los mantos subterráneos en las regiones de Jiménez y Cuauhtémoc, ambas poblaciones podrían convertirse en pueblos fantasma, pues en pocos años se terminaría el agua tanto para consumo humano como para actividades productivas.

Así lo indicó el ingeniero hidráulico Héctor Porras Dávila, quien dijo que la región de Jiménez es la más crítica, porque la producción de nuez demanda un alto número de perforación de pozos

“En cada lugar del estado de Chihuahua medimos cuántos metros por año bajan sus niveles del agua en el subsuelo, le doy un ejemplo: la ciudad de Chihuahua se maneja aproximadamente entre 4 y 7 metros cada año, en Jiménez anda arriba de 12 y en Cuauhtémoc arriba de 14, cada año baja 14 metros pero si usted lo multiplica por 20 años o 30 años…”, comentó el especialista con tono de preocupación.

Señaló que mientras ahora en Jiménez se extrae agua a 500 metros de profundidad, hace 20 años se extraía a 300 metros y hace 40 años el agua estaba a 100 metros. En Cuauhtémoc pasa algo parecido, aseguró Porras Dávila, por eso es necesario tomar medidas oportunas cuanto antes.

También los poblados de Villa Ahumada y Ascensión peligran en quedarse sin problación debido a la baja cantidad y calidad del agua disponible para la población y las actividades productivas. En 100 años se ha extraído el agua que se había acumulado el mil millones de años.

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