Nadie ha escapado de esa prisión desde su apertura en 1994, y Guzmán se unirá a la larga lista de los criminales más riesgosos de Estados Unidos que residen allí.
Situada a unos 185 kilómetros al sur de Denver, ADX Florence es apodada la «Alcatraz de las Rocosas» en honor a la célebre prisión de San Francisco, entre cuyos reclusos figuraron capos de la mafia como Al Capone y George Kelly.
En la actualidad, ADX Florence aloja a 376 reclusos, entre los que destacan Ramzi Yousef, condenado por el atentado contra el WTC de Nueva York en 1993; Zacarías Moussaoui, quien participó en el ataque del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas; Theodore Kaczynski, el «Unabomber», acusado por 16 ataques con bombas que enviaba por paquetería, y Dzhokhar Tsarnaev, autor material del bombardeo al maratón de Boston de 2013.
Los reclusos permanecen por lo general confinados durante 23 horas al día en celdas solitarias de 3.5 por 2 metros, cada una de ellas con una ventana de poco más de un metro de alto y 10 centímetros de ancho, en ángulo hacia arriba para que sólo se pueda ver el cielo.
Pueden ver la televisión en sus celdas y tener acceso a servicios religiosos, programas educativos y un almacén.