El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció que levantará todas las restricciones de su administración estatal, incluso el uso de cubrebocas, pero las medidas seguirán en los condados que así lo determinen.

Levanta las medidas del Estado, pero se quedan las de los condados.

Este martes declaró el Gobernador que emitirá una nueva orden que deja a Texas “100% abierto” en “todos” los sectores económicos o centros de reunión a partir del 10 de marzo.

Con la apertura total “también termino con el mandato de cubrebocas obligatorio en todo el estado”, expresó Abbott.

El anuncio lo realizó desde el restaurante de comida mexicana Montelongo en Lubbock, rodeado de otros comensales sin cubrebocas.

Destacan los medios texanos que Abbott ya está completamente vacunado contra COVID-19.

Justificó que “ahora los texanos han dominado los hábitos diarios para evitar contra COVID-19” y que el estado está recibiendo más de 1 millón de vacunas por semana.

Se mantienen las restricciones.

El mandatario expresó que si en un periodo de dos semanas en un área las hospitalizaciones llegan al 15%, las autoridades de los condados tendrán la autoridad de volver a implementar restricciones a nivel local.

“Déjenme ser claros. El COVID no ha desaparecido, en Texas todavía existe”, aunque han retrocedido las hospitalizaciones y aumentado las vacunaciones, así que “ya no son necesarios los mandatos estatales”.

Por su parte, Dallas ya anunció que seguirán las restricciones.

El Paso.

En El Paso las hospitalizaciones se han mantenido arriba del 15% por al menos siete días, según cifras oficiales.

Así que en El Paso seguirían vigentes las restricciones, así como en Laredo u otros condados con altos niveles de COVID-19, según información oficial del Estado de Texas.

 

Riesgo de apertura.

Los medios texanos citaron expertos de salud que alertan que es peligroso aún levantar todas las restricciones, pues están el estado y el país en una “fase peligrosa del virus”.

Aún no hay suficientes vacunados contra COVID-19 para generar la inmunidad colectiva (llamada inmunidad de rebaño).

3.5 millones de texanos han recibido al menos una dosis de vacuna contra coronavirus, pero falta de recibir la segunda inyección y representan sólo el 8% del total de los habitantes, lejos de una inmunidad colectiva que proteja a la población.

 

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