Ciudad de México.- En el punto máximo de la pandemia, el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a no relajar la disciplina sanitaria, pues de lo contrario puede fallar la proyección descendente de casos de Covid-19. Y con esa disminución, aseguró, se va a terminar la temporada de zopilotes. Anunció campañas de información nutricional para prevenir enfermedades crónicas que, por ser pandemias permanentes silenciadas, han provocado, al igual que los homicidios, más muertes que el coronavirus.

Con base en el Inegi, de 2016 a 2018, refirió que, en promedio, cada mes fallecieron por males cardiacos 11 mil 870 personas, por diabetes, 8 mil 704; influenza, mil 994. En tanto, por homicidios, de acuerdo con datos actuales, 2 mil 592, y en abril, por Covid, 2 mil 177.

En conferencia de prensa, el mandatario subrayó que ya falta poco para entrar a la nueva normalidad. Ya estamos viendo la luz al final del túnel, pero no podemos confiarnos, porque, si en estos días volvemos a la movilidad, puede fallar la proyección que marca que, cuando mucho, a mediados de la próxima semana empieza el descenso de contagios en los sitios más afectados como Quintana Roo, Tabasco, valle de México, Sinaloa y Baja California.

Recordó que se utilizó el fondo de protección de gastos catastróficos del extinto Seguro Popular, con el fin de aumentar en 40 mil millones de pesos el presupuesto de salud, lo que permitió fortalecer la infraestructura sanitaria ante el Covid-19. Y no hay problema de saturación, todo esto se ha resuelto.

Manifestó que también “estamos entregando ventiladores, más equipo médico, y pronto llegarán un millón de mascarillas más de calidad para continuar preparándonos. Para ello, vamos a hacer una llamada al gobierno de Estados Unidos.

Interrogado acerca de las convocatorias a fiestas (en la alcaldía Álvaro Obregón) para generar inmunidad de rebaño, el Presidente recordó que los pronósticos están elaborados a partir de la poca movilidad, y desdeñó la posibilidad de que ese tipo de medidas puedan tener éxito, al resaltar que, por su madurez, el pueblo no es susceptible a manipulaciones. Ésa es nuestra fortaleza. Por eso hemos resistido todas las campañas de desinformación, las noticias falsas, el amarillismo que emergió en esta temporada, no sólo por el coronavirus, sino porque se quiso utilizar para detener, frenar, debilitar el proceso de transformación queestá en marcha. No descartó que continúen, porque hay quienes sienten afectados sus intereses, y por eso su molestia y su reacción.

Ante los fallecimientos por enfermedades crónicas, López Obrador anunció que se informará más sobre los daños que provocan alimentos y bebidas industrializadas. Resaltó que en las regiones de pobreza –como en Los Altos de Chiapas– el consumo de refrescos es tres veces más que la media nacional.

“Argumentan que es por falta de agua; otros dicen que es para tener energía, porque es azúcar; otros, que da estatus tener para el chesco”. Y en el caso de las papas industrializadas, se comenta que adquirirlas “es más práctico, más moderno’”.

Pero no podemos seguir callando ante estos temas que estaban vedados. Así que voy a usar todo lo que representa la Presidencia de la República para trabajar mucho en este aspecto. Incluirá, adelantó, hablar de las bondades de la comida mexicana.

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