Chihuahua, Chih.- En el seccional municipal de El Charco, zona rural del municipio de Chihuahua y que se encuentra a veinte minutos de la zona urbana, la pandemia por coronavirus ha dejado también ecos de afectaciones que derivan de la relación de esta comunidad con la urbe.

La desocupación laboral afectó en su mayoría a quienes trabajaban en la ciudad, mientras que las actividades económicas principales, que son la ganadería y la agricultura, se siguen realizando pero afectadas por la sequía que desde años atrás preocupa más que el virus.

Magdalena Armendáriz, servidoa, en representación del presidente seccional de esta comunidad, informó que dentro de esta comunidad de 300 habitantes las principales afectaciones llegaron para empleadas domésticas, que viajan desde El Charco hasta la ciudad de Chihuahua y que fueron desempleadas, con lo que el transporte que viaja diariamente fue también suspendido, pues no retribuía los viajes.

No obstante actividades como la agricultura y la ganadería mantuvieron su producción y distribución de manera casi regular, sólo que los productores pequeños se vieron afectados al tener que vender barato por la falta de ingresos para mantener la engorda fuera de pastizales e incluso sin poder transportar el agua, que no ha corrido en ríos, pues la sequía que los afectó duramente en años anteriores mantiene la presa totalmente seca, por lo que esperan que a partir de julio las lluvias les sean benéficas.

Sobre la pandemia y su manejo en este seccional, Armendáriz destacó que sí se implementaron las medidas preventivas como el confinamiento, el uso de medidas sanitarias en comercios, entre otras.

“El presidente seccional sí canceló sus actividades aquí en la oficina, yo no porque seguimos atendiendo a la población pero también checando su temperatura, usando gel y cubrebocas. Aquí el coronavirus nos afectó igual que a todos, mucha gente piensa que por ser zona rural eso no iba a llegar, pero realmente es igual que en la ciudad, la gente está muy cercana a lo que pasa allá, quienes no se dedican a la siembra o al ganado pues trabajan en la ciudad”, explicó Armendáriz.

Caso positivo de Covid-19 culminó en deceso, la comunidad piensa que se infectó en el hospital La servidora detalló que hubo un caso positivo de Covid-19 que terminó con la vida de un miembro de esta comunidad, sin embargo, acotó que hay mucha población que se mantiene escéptica ante los anuncios y advertencias.

“Al principio la gente se encontraba un poco escéptica al tema, hay mucha gente que no lo cree. Muchas personas mayores se encuentran desconfiadas al respecto. Una que otra nos dice que yo no creo en eso, no me pasa nada. Pero aquí hubo un caso de una persona con Covid-19. Él se fue al hospital enfermo del corazón, porque le falló una válvula. Lo raro fue que ni las personas que lo llevaron ni su esposa dieron positivo a la enfermedad, pero eso también da desconfianza”, dijo.

Así pues personas de la comunidad consultadas sobre este deceso dijeron sospechar que esta persona se infectó dentro del hospital, ya que ni siquiera las personas que convivieron con él presentaron los síntomas y dieron negativo a Covid-19.

Presa de El Charco “ni a charco llega”; Preocupa a ganaderos y agricultores afectaciones por sequía

A pesar del caso positivo de coronavirus, la comunidad actualmente considera que más allá de las afectaciones a su actividad económica por las medidas restrictivas, en la actualidad la falta de agua es un problema más grave que vienen arrastrando desde hace años.

Pues en 2019 las escasas lluvias no permitieron que se levantaran buenas cosechas, representando pérdidas en agricultura, mientras que en ganadería, los productores más pequeños no cuentan con la posibilidad de transportar agua de un pequeño pozo que también se agota en la zona, mientras que en los arroyos y la pequeña presa no corre ni una gota de agua.

“Cuando estuvo cerrado todo allá en la Unión Ganadera pues no se podía vender porque se necesitan los permisos, los aretes, tienen qué tener todas las vacunas, todos los requisitos pues. Duramos mucho con todo detenido y con mucha necesidad. Ya al final pues ya fueron por los aretes pero tuvimos que vender muy barato por la urgencia. Yo vendí una becerra, muy grande, me dieron 8 mil pesos, esa becerra vale bien pagada 12 mil pesos”, destacó Carmen Carrasco, ganadera en pequeño.

Por su parte ganaderos que poseen más de 100 cabezas detallaron que para la engorda transportan agua y forraje para los animales. Pues sacan desde un pozo que abastece a la región. Sin embargo detallaron que este también parece estarse agotando pues sale con muy poca presión, a comparación de otros años.

Acotaron que la pequeña presa no tiene ni una gota de agua, con lo que esperan que esta próxima temporada traiga el agua tan necesaria para sus actividades económicas.

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