Ciudad Juárez.— A Geovanna Vianey Robles García, de 21 años, la mataron de un tiro en la cabeza y frente a su hijo de seis años; el agresor retuvo al menor en la escena del crimen hasta que él escapó y sólo hasta que lo vio lejos el pequeño corrió a pedir auxilio, así narran vecinos el feminicidio cometido este fin de semana en la colonia Juanita Luna.

La puerta del cuarto marcado con el número siete permanece cerrada y un cordón de plástico color rojo de plástico restringe el paso a la habitación ensangrentada, situada en la planta alta de la propiedad.

El octavo asesinato de una mujer en el mes de abril, y el 38 del año, ocurrió en el interior de un edificio adaptado como vecindad localizado en la calle Dolores Carrizales de Hurrutia, en la colonia Juanita Luna, al norponiente de la ciudad.

En el exterior de la propiedad se observó un sello de embargo por parte de la Secretaría de Administración Tributaria (SAT) con el número de folio 5300393.

En la escena del crimen fue encontrada una pistola calibre .40 con un cargador abastecido con seis cartuchos, un cartucho útil y un casquillo percutido, reportó personal de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.

Según el folio 0704235800, el llamado fue recibido en el 911 a las 23:24 horas del domingo y seis minutos después llegaron los primeros respondientes. Sin embargo, a decir de los vecinos, la ambulancia no se movió de manera inmediata y permaneció mucho tiempo en el lugar.

Luego la trasladaron al Hospital General, donde fue reportada la muerte de la víctima a la una de la mañana con 41 minutos de este lunes 25 de abril, el Día Naranja, que mes con mes busca visibilizar la violencia que sufren las mujeres alrededor del mundo.

“No sabemos mucho, sólo lo que escuchamos. Ya estábamos acostados y se oyó un ruido muy fuerte, como un balazo, salí porque gritaba el niño. Cuando yo abrí la puerta el niño corrió hacia donde yo estaba”, narra la vecina.

La mujer dijo que antes de abrirle la puerta al niño, observó que salía de la propiedad un hombre a bordo de un carro y que era la pareja sentimental de la víctima.

“Venía con sus manitas y su ropa llena de sangre”, recuerda la mujer, que pasó la noche llorando a causa de la fuerte impresión vivida.

Dice que aunque sabe que esta frontera es el segundo municipio más violento del país, nunca se imaginó vivir una situación tan grave como el asesinato de su vecina, una mujer que recientemente llegó a vivir en la propiedad embargada y que tiene varios cuartos en renta.

“Pasé muy mala noche. Lloré toda la noche nada más de pensar en lo que le hicieron y el coraje de ver que la dejaron tirada, lastimada frente a su hijo, y la ambulancia que no se apuraba a irse, parece que la estaban dejando morir”, explicó.

Ayer trascendió que el presunto agresor había sido detenido; sin embargo, hasta el cierre de esta edición ninguna corporación reportaba la captura del agresor.

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