Ciudad Juárez- Durante ocho años, Miguel Ángel Silva Escudero, conocido como “Miguelito”, se dedicó al cuidado exclusivo de la jirafa Modesto y del avestruz Tomás, en el Parque Central Hermanos Escobar, hasta que murió el pasado 15 de abril.

El trabajo del hombre de aproximadamente 65 años era “exclusivamente con Modesto y con Tomás, él no tenía otra actividad, solo cuidarlos a ellos y su habitad. Modesto era el personaje más cuidado y más atendido del parque”, informó el subsecretario de Desarrollo Humano y Bien Común, Sergio Acosta.

La muerte del cuidador del ‘amigo gigante de los juarenses’ se ha hecho viral en redes sociales, cuyos usuarios señalan que el animal pudo haber muerto “por tristeza”, aunque han compartido una imagen de otro trabajador del Parque Central, de nombre Miguel Ruíz, a quien están confundiendo con “Miguelito” Silva, explicó el funcionario estatal.

“Él estuvo ocho años con Modesto, inclusive en la época de pandemia, cuando estuvo cerrado el parque, él era la única persona que tenía contacto con Modesto, él y el veterinario  Mario Alberto De León Álvarez, quien lo atendió desde que llegó”, destacó Acosta.

El trabajo de “Miguelito”, quien murió de problemas respiratorios, era mantener hidratado al ícono juarense, quien bebía aproximadamente 200 litros de agua diarios y cuyo depósito siempre debía de tener agua, así como darle de comer, ya que se alimentaba de entre 10 a 20 kilogramos diarios de heno, como alfalfa, y zacates, además de entre 5 y 7 kilos de granos molidos, vitaminas y minerales.

Modesto murió la mañana del miércoles 1 de junio, a causa de un infarto, a poco menos de tres meses de celebrar su cumpleaños número 23.

De acuerdo con el veterinario, De León Álvarez, la jirafa macho, cuya especie protegida proviene de la sabana africana, llegó a esta frontera en 2001 con aproximadamente un año de edad, y aunque de potrillo era inquieto y travieso, aprendió a convivir con sus visitantes y se volvió amigable.

El animal cuya especie protegida en vida silvestre tiene un promedio de vida de aproximadamente 20 años, y en cautiverio de entre 22 y 25, murió ya en etapa de vejez. Pero su muerte conmovió a muchos juarenses, por lo que la tarde de ayer fue despedido de cuerpo presente en el lugar en el que vivió durante más de dos décadas.

Durante dos horas, aproximadamente 2 mil personas hicieron fila para rodearlo de flores, zanahorias, muñecos de peluche e incluso colocarle globos y esculturas con su figura.

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