En Parral se respira un ambiente mágico y navideño, el encendido del Monumental Árbol, fue inspirado en generar un punto de coincidencia para todas las familias, un espacio que los haga recordar la verdadera esencia de esta temporada de celebrar la alegría de la vida, y la esperanza por un futuro mejor, así lo mencionó el Alcalde César Peña Valles.

La Navidad es la época más colorida, y más esperada cada año. En este día, la fe se renueva, y nuestros corazones se llenan de gozo, porque significa el nacimiento de una nueva Esperanza en nuestras vidas.

En el gran pabellón Navideño construido en la Plaza de la Identidad coincidirán diferentes energías representadas con luces y brillos que producen los diferentes materiales vanguardistas los cuales están hechos de un flúor que es transparente en algunas áreas y en otras es opaco. Cuando la luz golpea el plástico, crea coloridas marcas de «vidrieras» en el exterior.

El concepto del Pino, comprende una serie de barras simétricas de metal, envueltas en un plástico colorido que crea diferentes segmentos y una variedad de grandes diamantes, mientras que otros son más discretos conforme se llega a la punta.

La tradicional estrella ha sido sustituida en su forma, pero no en su esencia, por medio de potentes luminarias que engranan en el interior de la estructura; estas irradian destellos con diversos propósitos y ángulos, pero todos confluyen en múltiples momentos según las secuencias en una sola estela, que se dispara en el eje central del pino y puede ser observada desde los principales miradores de la ciudad, como lo es “Mina La Prieta”, lugar hasta donde llegan los reflejos coloridos que la iluminación y el brillo radiante producen al caer la tarde.

Por otro lado, la textura romboide nos hace idealizar a la semilla del pino -la piña-, es decir, nos lleva al génesis de esta naturaleza, clara representación de la glándula pineal de nuestro cerebro, el asiento del alma; lugar donde convergen cuerpo, mente y espíritu.

Con el adorno de esta plaza y otros espacios públicos de la ciudad, se recuerda un hecho fundamental y trascendente de la historia, donde el amor hacia nuestros semejantes, el espíritu de colaboración y nuestro ánimo de compartir, crece en nuestro corazón. Debemos de fomentar el valor de dar, sin esperar algo a cambio.

Que esta Navidad sea brillante, traiga alegría, amor y encienda un Año Nuevo lleno de luz y esperanza. Que los logros de este año sean sólo las semillas para ser plantadas y que se cosechen con enorme éxito en los años venideros. Parral, la capital de lo bueno.

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