La noticia hizo eco internacional. Fue en una cafetería de Starbucks en la ciudad de Paju donde confirmaron que una mujer positiva al coronavirus fue el factor de contagio para 55 personas que asistieron el mismo día que ella al lugar.
Ocurrió el 8 de agosto, tres días antes de que ella misma se enterara de que tenía COVID-19, según narran Bloomberg y el medio coreano Chosun, conforme información de las autoridades surcoreanas.
Inicialmente reportaban que eran 27 casos, aunque luego la cifra la elevaron a 55 al encontrar más positivos al coronavirus.
Aquí un diagrama que explica cómo la mujer se sentó debajo del aire acondicionado, lo que pudo esparcir el virus.
A person sitting under an airconditioner infected 27 others with coronavirus at a Starbucks cafe in South Korea, but none of employees, who were wearing masks, got the virus https://t.co/7SYdKEglZT pic.twitter.com/VXA4Aw8uGv
— Sam Kim (@samkimasia) August 22, 2020
El aire acondicionado, propagador de COVID-19.
El negocio contaba con todas las medidas de seguridad, según aseguran, pero no era obligatorio el uso de cubrebocas entre clientes.
Ella ingresó a las 19:30 horas a la cafetería con un amigo. Los dos pidieron algo de beber en el mostrador que está en el primer piso.
Minutos después subieron al segundo piso. Escogieron la mesa más cerca de las escaleras y justo debajo del aire acondicionado.
La pareja salió del café a las 22:00, hora en la que cerraba el local.
Tres días después la fémina se hizo la prueba de coronavirus. Por los protocolos de Corea del Sur para detectar rápido todos los posibles contagios, ella informó a la cafetería, así que inciaron la trazabilidad de los casos.
Cinco días después encontraron que 55 personas se infectaron de coronavirus.
Sólo quienes tenían cubrebocas salieron librados.
Cuatro meseros, quienes usaron cubrebocas toda la jornada, fueron los únicos presentes en la escena que no se contagiaron del SARS-CoV-2, virus causante de la pandemia.
Los expertos en Corea del Sur apuntan a que fue clave que el aire acondicionado dispersara el virus con mayor facilidad, aunado a que el 80% de los clientes no traían consigo cubrebocas, menos a la hora de consumir porque es imposible.
La infectóloga coreana Ma Sang Hyuk habló para Bloomberg, donde mencionó que “este brote pone de manifiesto el importante papel que pueden jugar las mascarillas. Estas no te protegen al cien por cien, pero no se puede negar que son efectivas”.