La idea es evitar que exista un fuerte rebrote de la pandemia de coronavirus, por lo que bastará que alguno de los vecinos denuncie a través del 9-1-1 la existencia de alguna reunión para que las autoridades se hagan presentes.

Tras la llamada, la Policía acudirá al domicilio en el que se realiza la fiesta para exhortar a los presentes a que den por terminada la reunión, además de retirarse del lugar para evitar algún contagio en estos tiempos de alta propagación del virus.

De no hacer caso a las indicaciones, las autoridades procederán a detener a los involucrados, quienes serán presentados ante el Juez Cívico, y hasta de ser necesario, con el Ministerio Público.

Martha Patricia Ruiz Anchondo, titular de Prosoc explicó a Milenio que la multa «puede ser de 10 a 100 veces la Unidad de Actualización vigente y si hay reincidencia hasta 200 veces».

«La unidad de actualización vigente para la Ciudad de México es de 86.88 pesos, se puede poner una sanción desde 868 pesos hasta 8 mil 688 por primera ocasión y si hay reincidencia, subiría hasta 17 mil 376 pesos».

Además, informó que este año recibieron cerca de 15 mil quejas por alteración a la tranquilidad, de las cuales cerca de 8 mil están relacionadas a la realización de fiestas y reuniones durante la pandemia.

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