Oaxaca.- Del otro lado del teléfono, Magaly López Domínguez es contundente. El dictamen que mañana se votará en la Cámara de Diputados de Oaxaca para que la Ley de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Oaxaca prohiba la venta directa de bebidas azucaradas y alimentos de alto contenido calórico, asegura, no va en detrimento de la economía de los pequeños comerciantes.

Así lo ha repetido una y otra vez desde hace algunos días esta diputada oaxaqueña de Morena, luego de que su nombre comenzó a sonar fuerte a nivel nacional por presentar el dictamen que se votará mañana y que, afirma, únicamente busca velar por la salud de la infancia de Oaxaca.

“No se va a prohibir la venta. Los comerciantes podrán seguir vendiendo sus productos, pero ya no de forma directa a los menores de edad. Será algo muy similar a lo que pasa actualmente con la venta de cigarros y alcohol”, dice en entrevista telefónica con EL UNIVERSAL.

La legisladora morenista es consciente que la medida ha despertado polémica en el sector empresarial, desde donde se acusa que lacera la ya golpeada economía, y ha sido señalada por  coincidir en tema y tiempos con la cruzada que ha comenzado Hugo López-Gatell, secretario de Prevención y Promoción de la Salud del gobierno federal, contra las refresqueras y sus productos, a los que llamó “veneno embotellado”.

Sin embargo, Magaly López asegura que era necesario que desde el trabajo legislativo se priorizara la salud de los infantes en Oaxaca, antes que los intereses económicos de los grandes distribuidores.

Para la diputada, la emergencia de la pandemia de Covid-19 que ha avanzado hasta colocar a México en el top tres de países con más decesos a causa del virus, sólo evidenció una situación que califica de insostenible, el pésimo estado de salud de la población.

En el caso de los niños, profundiza, la situación se refleja en una clara relación entre el consumo de productos con altos contenidos de sodio, azúcar y grasa, y el aumento de casos de obesidad, diabetes y hasta hipertensión infantil, por lo que considera que no legislar en contra de la venta de libre demanda de productos como refrescos y pastelillos se traduce en condenarlos a ser adultos enfermos.

Información de El Universal.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *