Estados Unidos.- Arzel Ivery se declaró culpable del asesinato de su novia y de sus dos hijas pequeñas de 4 y 5 años de edad. De acuerdo con declaraciones previas, el hombre dijo que asesinó a las niñas porque no quería que vivieran sin su mamá.

La chispa que detonó el triple homicidio comenzó el 7 de febrero del año pasado. Ivery relató que aquel día él y su entonces novia, Amarah Banks.

Sobre la 1 de la madrugada del 8 de febrero una discusión comenzó entre ambos. Él la tomó y la azotó dos veces contra la pared, después la estranguló con ambas manos.

«No quería que sus hijas vivieran en un mundo en el que no tenían a su madre», confesó.

Con esta idea en la cabeza, Ivery después ahorcó a las dos hijas de su fallecida novia: Camaria y Zaniya. Por último, ocultó sus cuerpos por varios días.

Pasaron nueve días antes de que la Policía pudiera encontrar sus cuerpos. Fue hasta que Ivery estuvo frente a frente con detectives de Nashville que lo confesó todo.

Ese 16 de febrero las autoridades se movilizaron hasta la cochera de una casa en Milwaukee. Allí fueron hallados los cuerpos con signos de violencia doméstica.

Con información de Tribuna

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