Luego de haber pasado meses intentando tener como sede para su gigafábrica a Estados Unidos y otros países, Elon Musk optó por China pese a los aranceles y tan sólo le tomo ¡168 días! concluir el proyecto.

Desde el papeleo hasta los últimos detalles de construcción, un total de 168 días fue todo lo que necesitó Elon Musk para poder materializar su gigafábrica en China, misma que intentó durante meses llevar a cabo en otros países, pero que fue imposible de realizar debido a las múltiples trabas burocráticas y conflictos de intereses que esto le suponía.

Musk pasó buena parte del año pasado en modo de crisis, luchando, entre otras cosas, con la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (por haber incumplido un acuerdo sobre su uso de Twitter) y con un espeleólogo británico (a quien Musk acusó falsamente de pedofilia en 2018).

Por lo que las cosas funcionaron mejor para él en Shanghái, donde en octubre, la eléctrica estatal State Grid Corporation of China abrió la primera línea de transmisión para que la electricidad llegue a la gigafábrica de Musk.

La agencia de noticias Xinhua informó que Tesla solo necesitó 168 días hábiles, unos seis meses, para que los permisos y la tramitología se materializaran en una reluciente nueva planta. “Eso es bastante rápido, incluso para los estándares chinos”, dijo Ivan Su, analista de Morningstar.

La enorme atención que Tesla presta a China tiene sentido. A pesar de un arancel de importación del 25 por ciento, el país ya es el segundo mercado más grande de la compañía, apenas por detrás de Estados Unidos y por delante de Noruega y los Países Bajos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *