El pasado jueves fue detenido y liberado Ovidio Guzmán López, quien puso de cabeza a Sinaloa.

El día de ayer, Ovidio Guzmán Loera fue detenido en Culiacán, Sinaloa, y su captura desató una ola de violencia en todo el estado.

Ovidio Guzmán López es hijo de Griselda López Pérez, la segunda esposa del “Chapo”, con quien además tuvo otros tres hijos: Joaquín, Édgar y Griselda Guadalupe Guzmán.

En febrero de este año, Ovidio Guzmán López fue acusado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos de conspiración para distribuir drogas y su importación a Estados Unidos, junto con su hermano Joaquín Guzmán López, de 34 años.

Tras la captura de Joaquín Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa, serían sus hijos Iván Archivaldo, Joaquín y Ovidio, quienes se quedarían al frente de la organización criminal que prolifera en el Pacífico, de acuerdo con la DEA.

De manera que al ser detenido el día de ayer y, siendo una de las figuras actuales más importantes, la búsqueda de su liberación desató la ola de violencia que arrasó con Culiacán.

De acuerdo con el mismo Departamento del Tesoro de Estados Unidos “Ovidio Guzmán López juega un papel muy importante en las actividades de narcotráfico de su padre”, de ahí la importancia de su liberación.

Ray Donovan, el agente especial de la DEA que encabezó el esfuerzo de 22 agencias que condujo a la captura del Chapo, dijo a CNN en febrero que el Cártel de Sinaloa todavía abastece a la gran mayoría de los mercados de drogas estadounidenses y que son los hijos del capo quienes se encargan de ello:

“De hecho, los hijos del Chapo ahora han ascendido a las filas del cártel de Sinaloa y se han apoderado de toda la organización”, dijo el agente.

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