Ciudad de México.- El recorte presupuestal en la Comisión Nacional Forestal (Conafor), aunado a un cambio en el modelo de producción de plantas para acciones de reforestación, provocó la reducción de apoyos del programa de plantaciones forestales en estados, así como de contratos con viveros comunitarios.
Para este año se asignaron a la dependencia 2 mil 765 millones de pesos, 30.7 por ciento menos que en 2018, cuando fueron 3 mil 991 millones.
Esto limitó el alcance de planes, que en el caso de plantaciones forestales fue orientado a impulsar, entre otras estrategias, los sistemas agroforestales, como parte de Sembrando Vida, uno de los programas prioritarios del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Así, de los 11 estados considerados como prioritarios para el desarrollo de plantaciones forestales -programa creado en 1993 para incrementar la producción del país y reducir las importaciones de insumos-, cinco quedaron fuera de cobertura.
En tanto, del padrón de 120 viveros particulares a nivel nacional que proveían plantas a la Conafor para el programa anual de reforestación, solo se contrató a 40.
Ramón Burziaga Verduzco, gerente de Plantaciones Forestales de la Conafor, confirmó que estados productores de madera como Durango, Chihuahua, Estado de México, Puebla, Michoacán y Tamaulipas carecen de potencial productivo, viabilidad técnica y financiera para una plantación forestal comercial.
Por ejemplo, dijo, Durango se encuentra entre los principales productores maderables, pero su producción mayoritaria es a partir de bosque natural y no de plantaciones comerciales.
En tanto, regiones como el sur de Veracruz, el suroeste de Campeche, el norte de Chiapas, el norte de Oaxaca, y Tabasco, son las cinco entidades donde se concentra este año el apoyo. Y aunque en esas áreas se han identificado 3 millones de hectáreas con potencial, la Conafor solo pudo destinar recurso este año para la producción en 9 mil 500 hectáreas.
«(El programa) sufrió una transformación en la cuestión de que nos enfocamos a las áreas de mayor potencial productivo», explicó en entrevista.
«Antes atendíamos 11 estados y ahora atendemos solo 5, pero son aquellos estados donde las condiciones de agroecología son las más apropiadas para un alto rendimiento. Estamos apoyando proyectos que tengan viabilidad técnica y financiera. Si nosotros vemos que el proyecto no tiene estas características, pues no podemos entrar».
Otra modificación del programa de plantaciones forestales, detalló, es que este año hay un mayor impulso a la agroforestería, la cual permite plantar especies forestales combinadas con cultivos de maíz, calabaza, o incluso, introducir ganado para pastar en esas plantaciones.
«Ahorita hay una orientación hacia los plantadores en pequeño, es decir, aquellos productores que tengan superficies o poseedores de terrenos de hasta de 200 hectáreas», expuso.
«No quiere decir que vayamos a dejar fuera a productores que puedan plantar más, pero el foco de esta nueva administración es atender a los pequeños productores ahora».
Por otra parte, con el recorte presupuestal se redujo el alcance del programa de reforestación anual y, con ello, disminuyó la demanda de planta.
«Se llegaban a reforestar hasta 200 mil hectáreas por año y había una necesidad de unos 250 millones de plantas que se requerían. Para este nuevo ejercicio de reforestación, se está pensando en incidir en 10 mil hectáreas, lo cual demanda una cantidad mucho menor de plantas», indicó Ramón Silva Flores, coordinador general de Conservación y Restauración.
«Estaríamos hablando de 20 millones de plantas contra 250 millones que eran anteriormente; obviamente, esto incide en que no contratemos a todos los viveros que contratábamos antes».
Reducen producción de pino
El vivero forestal Halcón de Villas del Guadiana II, que se distinguía por producir más de un millón de plantas para la Comisión Nacional Forestal, estuvo a punto de cerrar sus puertas luego de que este año no se renovó el contrato con la dependencia federal.
Fue el único de la región, dicen productores de Durango, que pudo sobrevivir a la nula demanda de planta de especies forestales para los programas de reforestación que año con año implementa el Gobierno federal.
Sin embargo, la Unión de Permisionarios de la Unidad de Conservación y Desarrollo Forestal No. 4 «La Victoria-Miravalles», mejor conocida como U4, se movilizó para diversificar sus clientes. Así fue como se logró acordar con el sector privado una venta de especies de pino y encino.
«No hubo contratos en Conafor. Este vivero parecía que se iba a cerrar, pero gracias ese contrato que sacó la U4 aquí seguimos. Los demás viveros de acá de Durango cerraron, fueron varios los que, al no tener contrato, se quedaron sin clientes y no pudieron seguir», cuenta Isidro Castañeda Saucedo, empleado del vivero.
La producción es de 160 mil plantas en uno de los 11 sombreaderos de los que disponen.
«Lo más difícil es alcanzar las tallas. La altura promedio de las especies duranguenses es de 25 centímetros de altura mínimo y un diámetro de 5 a 6 milímetros. Nosotros aquí tenemos que cuidar mucho esto porque si no ya no viene siendo planta de calidad. El contenedor también debe estar lleno de raíces», explica.
Gabriel Rodríguez, subdirector de la U4, señala que las nuevas políticas del Gobierno federal limitaron la producción de planta de especies forestales a pesar de su importancia para la restauración de áreas impactadas por deforestación.
«Ha habido muchos incendios forestales en esta temporada y sí se ocupa planta para reforestar esas áreas dañadas», refiere.
Ahora el reto, dice Jorge Raúl Fernández de Castro, director de la U4, es mantener la producción de especies forestales como pino engelmannii y pino durangensis, ya sin depender de la Conafor.
«Nosotros estamos sorteando esta situación buscando generar contratos con empresas privadas o con ejidos que estén interesados en planta para sus programas de reforestación de año con año».

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