Ciudad de México.- De las cerca de 10 millones de firmas entregadas al Instituto Nacional Electoral (INE) para apoyar la consulta de revocación del mandato del Presidente Andrés Manuel López Obrador, sólo 1.3 millones fueron recabadas mediante la aplicación electrónica del organismo y el resto se recolectó con formatos en papel.

El formato impreso -que autorizó el Tribunal electoral- no sólo implica una revisión acta por acta que tarda semanas, sino la imposibilidad de verificar la autenticidad de los apoyos a través de todos los candados que incluye la aplicación.

Un informe del INE, actualizado al 25 de diciembre, reportó un millón 381 mil 572 «apoyos» recabados a través de la App, que es una herramienta tecnológica que se puede usar por medio de un auxiliar o con la modalidad «Mi Apoyo».

Esta última consiste en que la ciudadanía puede proporcionar su apoyo para la revocación de mandato sin la mediación de auxiliares y sin salir de su hogar. El periodo de captación de firmas inició el 1 de noviembre y concluyó el pasado sábado.

De haberse autorizado la entrega de firmas sólo a través de la aplicación, los promoventes -cercanos a Morena- sólo hubieran llegado a la mitad de las 2.7 millones de firmas que se requieren para el ejercicio, sin contar los «apoyos» no válidos.

El reporte detalló que un millón 370 mil 413 rúbricas, equivalentes al 99.1 por ciento del total, fueron captadas por auxiliares y sólo 11 mil 159 firmas, menos del 1 por ciento, por medio de «Mi Apoyo».

El INE había planeado hacer la recopilación de firmas a través de una aplicación y sólo en 204 municipios marginados en formatos impresos, sin embargo, el Tribunal Electoral le ordenó que ofreciera a los ciudadanos ambos métodos.

La aplicación para recopilar las firmas, que ha sido usada para candidatos independientes, la creación de nuevos partidos y la afiliación de militantes, cuenta con una veintena de candados o medidas de seguridad, por lo que es considerada segura y confiable.

No así los formatos impresos, que abren la puerta a posibles trampas, simulación y falsificación, como la «firma» de muertos y el registro de credenciales caducas, ya que no se puede verificar que el firmante realmente estuvo en la mesa receptora para dar su apoyo.

El INE ha explicado que las firmas en papel deberán subirse a la plataforma digital, incluso varias veces, para compulsarlas con la Lista Nominal, lo que implica más tiempo y menos certeza de la veracidad de las mismas.

En los últimos días, al tiempo que la agrupación Que siga la Democracia -principal promovente de la consulta- aceleraba la captación y entrega de millones de firmas en papel, la aplicación registró un descenso en el número de apoyos.

Mientras el 14 de diciembre se captaron 30 mil 811 firmas mediante la App, el 24 de diciembre se sumaron sólo 7 mil 758, lo que significó una disminución de 74.8 por ciento en apenas 10 días. Las firmas en papel, por el contrario, se entregaron por millones.

El sábado pasado, la presidenta de Que siga la democracia, Gabriela Jiménez, presumió la entrega física de 3 millones de firmas más, para un total de 8.9 millones durante el periodo que estableció el INE.

Ahora, el INE tendrá la responsabilidad de verificar las millones de firmas para detectar intentos de trampa y determinar si el número de apoyos válidos llega a los 2 millones 758 mil 227, equivalente al 3 por ciento de los ciudadanos inscritos en la Lista Nominal, que se requieren para llevar a cabo la consulta.

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