Ante la sequía de tres años, ganaderos de la región aumentan sus esperanzas con la llegada de las lluvias, pues no obstante el enfrentar altos costos de insumos y sentirse abandonados por el Gobierno Federal que ha suprimido todos los programas de apoyo que ha propiciado que los hatos se hayan disminuido en un 50 por ciento, esperan que los agostaderos se recuperen y así poder continuar con su labor.

Así lo expresaron Manuel Balderrama Olivas de la Asociación ganadera de Saucillo y Luis Raúl Ramos Aburto de la de Meoqui que abarca también Julimes, Rosales y Delicias.

Manuel Balderrama manifestó que en la región de Saucillo se contaba con una cantidad de 8 mil a 10 mil cabezas de ganado vacuno.

Productores habían perdido sus hatos tras tres años de sequía

Ante la sequía de tres años, ganaderos de la región aumentan sus esperanzas con la llegada de las lluvias, pues no obstante el enfrentar altos costos de insumos y sentirse abandonados por el Gobierno Federal que ha suprimido todos los programas de apoyo que ha propiciado que los hatos se hayan disminuido en un 50 por ciento, esperan que los agostaderos se recuperen y así poder continuar con su labor.

Así lo expresaron Manuel Balderrama Olivas de la Asociación ganadera de Saucillo y Luis Raúl Ramos Aburto de la de Meoqui que abarca también Julimes, Rosales y Delicias.

Manuel Balderrama manifestó que en la región de Saucillo se contaba con una cantidad de 8 mil a 10 mil cabezas de ganado vacuno, principalmente para exportación y a raíz de tan prolongada sequía y el incremento en el precio de los insumos los hatos de los distintos ranchos disminuyó en promedio a la mitad, poniendo el ejemplo que en noviembre del año pasado la tonelada del maíz forrajero costaba 4 mil 500 pesos y ahora 7 mil 500, casi al doble.

Al presentarse las lluvias los pastizales empezaron a reverdecer y eso es una gran motivación para todos los productores que se dedican a la actividad, pues los becerros que venderán en octubre en vez de 120 kilos pesarán 160-170 y eso los beneficiará.

Entre las razas de ganado que crían está la Angus, Brangus y Limousin, en menor proporción la Hereford.

El productor manifestó que hoy como nunca no se cuenta con el apoyo del Gobierno Federal que ha tenido un actitud indiferente a los productores pecuarios, a diferencia de otros que fortalecen las actividades primarias como lo son la agricultura y la ganadería, señalando que los productores del campo no están entre sus prioridades.

Por su parte Luis Raúl Ramos, de la Asociación de Meoqui, destacó que estas lluvias son un gran alivio, aunque es necesario que sigan porque apenas se están recuperando los agostaderos.

El entrevistado manifestó que una vaca de engorda se puede vender a 10 mil pesos, sin embargo una flaca a 4 mil 500 ó 3 mil 800.

“La verdad que hace falta que se hubiese apoyado en tiempo está situación tan grave en la que estuvimos los rancheros, ahora con la nueva administración federal se retiraron muchos apoyos, que si beneficiaban y los costos de manutención, de pasturas, de granos de forrajes, de líneas conductoras de agua, de combustibles, de tal manera que la actividad es cada día menos rentable como la estamos llevando a cabo con estos ciclos de demasiada sequía.

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