La Guardia Civil de España desmanteló en Granada una importante organización polaca dedicada a la venta y distribución internacional de marihuana.

La operación Vangelis (coordinada desde Europol y con la colaboración de la Policía de Polonia) se saldó con la detención de 75 personas, de nacionalidades española y polaca, por los supuestos delitos de pertenencia a organización criminal, de elaboración y tráfico de drogas, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas.

La investigación se inició en noviembre de 2017 al detectarse la presencia en la provincia de Granada de una organización delictiva que operaba de forma permanente y que se dedicaba a la producción, distribución y comercio de grandes cantidades de marihuana con destino a diferentes países de la Unión Europea.

La red ahora desarticulada, perfectamente jerarquizada y dirigida desde Polonia, contaba en Granada con numerosos miembros, cada uno de ellos con su cometido específico.

Indican que un grupo se abastecía regularmente de marihuana a la organización; otro se encargaba de la recogida de la marihuana cosechada para su traslado; un escalón dedicado a la recepción, envasado, almacenaje y custodia de la sustancia.

Además contaba con otra rama dedicada al transporte y relaciones internacionales que se encargaba de transmitir las ordenes de la jefatura de la organización; todo ello constituyendo un entramado eficaz de alta capacidad delictiva.

Siempre actuaban de la misma manera. La marihuana la cultivaban y recolectaban en distintas plantaciones de la provincia de Granada que distintos intermediarios la almacenaban para posteriormente dársela a la organización.

Cuando se disponía de una gran cantidad de marihuana, era envasada, cargada en camiones de gran tonelaje dotados de sofisticados dobles fondos y transportada hasta el país de destino.

La marihuana debía pasar un control de calidad antes del envío, tarea que realizaba uno de los dirigentes de la rama internacional.

Además añaden que una de las personas fuertes de la organización, disponía de una finca rotulada en la entrada con el nombre “Hacienda Nápoles”. Se podía ver una avioneta real sobre la puerta de acceso a la misma, semejante a la que tenía el famoso narcotraficante Pablo Escobar en su finca colombiana.

El interior del recinto estaba decorado con fotografías de varios miembros de la esta organización delictiva haciendo ostentación de armas y grandes cantidades dinero.

Este inmueble era utilizado para hacer ostentación del poder de la red y era utilizada para cerrar transacciones de droga y realizar celebraciones.

Era especialmente significativo el tren de vida y ostentación que tenía la estructura internacional polaca cuando llegaba a territorio nacional.

Celebraciones en los mejores restaurantes, alojamientos en hoteles de lujo, así como fiestas con los dirigentes nacionales. Las visitas de los dirigentes eran muy frecuentes con el fin de controlar y supervisiar las actividades de sus terratenientes en la zona.

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