Dijo también que desde el fallecimiento, la funeraria acude a recoger el cuerpo a la entrada de los nosocomios, pues no se permite la entrada del personal a las áreas Covid, donde son los familiares los que deciden qué tipo de servicio van a contratar, ya sea la inhumación o la cremación.
Pero por recomendación sanitaria procede la cremación, así también se les dan opciones de los precios en los servicios de la inhumación, explicó.
Refirió que ya teniendo el cuerpo está prohibido exponerlo a la vista de nadie, no se puede sacar ningún órgano del cuerpo ni tampoco embalsamar, y si la familia se decide por la inhumación, esta varía dependiendo del féretro, y en su caso se ofrece un servicio funerario de 8 mil 500 pesos con ataúd metálico, sin contar el costo del terreno. Además dijo que si es cremado el cadáver, este servicio tiene un precio de alrededor de 9 mil pesos.
El servicio de inhumación es más gravoso, donde se manejan todas las precauciones en el manejo del cuerpo, la persona es colocada en una bolsa de plástico y éste a su vez se deposita en la caja, previamente desinfectado el interior del ataúd con químicos y se cierra. Y está prohibido que algún familiar pueda abrirla. Para la velación solo se permiten cuatro horas como máximo y con un aforo de 10 a 15 personas dependiendo de la capilla.
Por su parte, la encargada de una funeraria del centro que pidió se omitiera su nombre, agregó que a ellos les aumentó hasta un 30 por ciento los servicios funerarios de personas fallecidas por Covid-19. Son los familiares quienes pueden decidir si es inhumado o cremado el cuerpo del familiar, precisó.
Destacó que se han visto casos en que es cremado el cuerpo debido a la falta de terrenos en el panteón municipal y es más barato el servicio de cremación, ya que tiene un costo de 7 a 9 mil pesos, incluida la urna funeraria; sin embargo, la inhumación sale en unos 12 mil pesos, además se tiene que pagar el terreno de un panteón particular que llega a costar 20 mil pesos para tres personas.