Ciudad de México— A pesar de que algunos de ellos son considerados como poco relevantes para la reducción de la pobreza, el Gobierno federal prevé contar en 2022 con una cifra récord para la entrega de transferencias directas a la población.

En el proyecto de presupuesto entregado esta tarde a la Cámara de Diputados, la Secretaría de Hacienda solicitó recursos por más de 423 mil 232 millones de pesos para los programas a través de los cuales se entregan apoyos sociales directos.

De ser aprobada, esta cifra sería la más alta registrada en lo que va de la Administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador para este rubro.

En el primer año de este Gobierno, los programas de transferencias directas sumaron 283 mil 239 millones de pesos, en 2020 ascendieron a más de 295 mil 588 millones y este año suman un total de 315 mil 858 millones.

Para 2022, el Gobierno federal solicitó recursos por más de 423 mil 232 millones para programas a cargo de las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), de Educación Pública (SEP), de Trabajo y Previsión Social (SEP) y de Bienestar (Sebien).

Se trata de programas como Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez, Becas Elisa Acuña, Universidades para el Bienestar Benito Juárez, Jóvenes Construyendo el Futuro, Crédito a la Palabra, Producción para el Bienestar, Sembrando Vida, Apoyo para el Bienestar de Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras, Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente y Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores.

De acuerdo con el proyecto de presupuesto, es este último el que registra el aumento más importante. Este año tiene etiquetados 135 mil 662 millones de pesos, mientras que para el próximo ejercicio fiscal, Hacienda solicitó más de 238 mil millones, un incremento del 75 por ciento.

Lo anterior a pesar de que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) advirtió que el impacto de algunos de estos programas es poco relevante para la reducción de la pobreza y de las carencias sociales.

Entre ellos programas como Jóvenes Construyendo el Futuro, Becas de Educación Básica Benito Juárez, Producción para el Bienestar, Sembrando Vida y Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores.

La última medición de la pobreza señala también que entre 2018 y 2020, los apoyos de los programas sociales llegaron en menor proporción a las personas más pobres del País.

Los datos detallan que en 2018, éstos representaron el 22.4 por ciento del ingreso corriente per cápita de las personas más pobres, y para 2020, esta proporción se redujo a 14.8 por ciento.

En contraste, para las personas ubicadas en el decil más rico, los apoyos sociales pasaron de 0.4 por ciento del ingreso corriente per cápita a un punto porcentual en el mismo periodo de tiempo.

Hasta ahora, el Gobierno federal no ha informado si realizará modificaciones al diseño y operación de los programas sociales a partir de los hallazgos dados a conocer el 5 de agosto pasado por el Coneval.

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