Anders Tegnell, epidemiólogo jefe de la Agencia de Salud Pública sueca y portavoz del país ante la pandemia, aseveró que el país «ha tenido demasiadas muertes» y debieron tomar una estrategia «más severa».
Afirmó que “si nos enfrentáramos a la misma enfermedad sabiendo lo que sabemos hoy, creo que acabaríamos haciendo algo a medio camino entre lo que Suecia hizo y lo que hizo el resto del mundo”.
Aunque insistió en no llegar al confinamiento total que llegaron a tener en Italia, China o España.
Sin cuarentena y con medidas laxas.
Con ello mostró autocrítica ante las medidas que tomaron, pues Suecia no impuso cuarentena a sus habitantes para no afectar la economía, pero es el país escandinavo más afectado por el Covid-19.
“Suecia es uno de los pocos países que fue cerrando más y más, el resto empezó con mucho a la vez. El problema es que no se sabe qué medidas tienen más efecto, probablemente lo sabremos cuando empecemos a levantarlas”, manifestó Tegnell.
“Claramente, hay un margen de mejora en lo que hemos hecho en Suecia”, reconoció el epidemiólogo.
Mencionó que cerraron universidades y restringieron las visitas a residencias de ancianos; pero dejaron abiertas las guarderías, escuelas y restaurantes.
“Sería bueno saber con mayor precisión qué se debe cerrar para prevenir mejor la propagación de la infección”, agregó el funcionario citado por medios internacionales.
Mortalidad en Suecia.
Hasta este 3 de junio suma Suecia 40 mil 803 casos y 4 mil 542 muertes confirmadas por coronavirus.
Si bien la cifra total no pareciera de lo peor en el mundo, el país tiene sólo -cerca de- 10.23 millones de habitantes.
En consecuencia, Suecia la quinta mortalidad confirmada más alta del mundo, con tasa de 43.91 decesos por cada 100 mil habitantes; detrás sólo de Bélgica, Reino Unido, España e Italia.
De los países escandinavos es por mucho Suecia el que más ha salido afectado.
Le sigue en esa lista Dinamarca que lleva 580 muertes por el virus, equivalente a mortalidad de 10 defunciones por cada 100 mil habitantes, que no es ni la cuarta parte de Sueica.
Asilos de ancianos.
A pesar de que restringieron las visitas a asilos de personas mayores, la mortalidad del coronavirus incrementó al llegar a estos lugares.
Annike Linde, quien fue predecesora de tegnell como epidemióloga jefe (2005-2013), explicó que “no había ninguna estrategia para los ancianos, ahora entiendo”.
Ella apoyaba las medidas que tomó el gobierno sueco para la pandemia pero al ver lo que ocurría con las casas de ancianos reaccionó críticamente.
“No entiendo cómo pueden pararse y decir que el nivel de preparación fue bueno, cuando en realidad fue pésimo”, dijo para los medios suecos oficiales.