Un hombre recibió un disparo mortal en una gasolinera en el sureste de Washington poco después de las 10:15 pm, convirtiéndose en la última víctima de meses de violencia creciente que ha frustrado y enojado a los líderes y residentes de la ciudad. La policía aún no lo ha identificado públicamente.
Los homicidios aumentaron en 29 ciudades importantes de Estados Unidos hasta septiembre en comparación con el mismo período del año pasado, según el Consejo de Justicia Criminal, un instituto con sede en Washington.
Los asesinatos en todo el país aumentaron casi un 30 por ciento en 2020, dijo el FBI. Baltimore superó los 300 asesinatos por séptimo año consecutivo, y los homicidios en Filadelfia llegaron a 497 este lunes, un 13 por ciento más que en esta época el año pasado.
Los funcionarios del distrito y de todo el país dicen que no hay una explicación simple para el aumento de la violencia mortal. Los líderes del distrito han ofrecido muchas razones posibles, incluida la proliferación de armas de fuego ilegales y su uso en disputas aparentemente menores, y las interrupciones inducidas por la pandemia que ralentizaron los tribunales, vaciaron las cárceles, redujeron el transporte público y rompieron la red de seguridad en la que confían muchas comunidades.
La gran cantidad de asesinatos en el Distrito se suma al debate en curso sobre cómo reinventar la actividad policial en medio de los llamados de activistas y legisladores para restar importancia al papel de la aplicación de la ley y tratar el crimen como una emergencia de salud pública, al resolver las causas fundamentales de la pobreza y la desigualdad: la adicción y desempleo.
El jefe de policía de Washington, Robert J. Contee III, dijo que llegar a 200 homicidios es «muy preocupante» y señaló que «las vidas que importan en nuestra ciudad se quitaron innecesariamente demasiado pronto».