Según el estudio, que realizaron durante un recorrido por todo el país, la producción de amapola en Chihuahua se centra principalmente en los municipios colindantes con los estados de Sonora y Sinaloa que integran el denominado “Triángulo Dorado”.
De acuerdo con la versión del secretario de Seguridad Emilio García Ruiz, es una zona altamente productiva, sólo equiparable con las montañas altas de Guerrero.
Aunque el estudio realizado incluye a Parral como uno de los seis municipios del estado en los que se da el cultivo de la amapola, el funcionario dijo que no es una región en la que se presente este fenómeno, como sí sucede en las otras regiones.
Una vez que se tiene la cosecha, ésta es trasladada a laboratorios clandestinos, en donde es procesada para fabricar heroína, la cual prácticamente en su totalidad es exportada a Estados Unidos.
Destacó que las organizaciones criminales utilizan una serie de brechas que se encuentran entre los límites de los estados de Sonora y Chihuahua para poder cruzar la frontera.
En México, la venta de heroína ha sido desplazada por el fentanilo, que es un opioide sintético cuyos efectos son más fuertes, y su comercialización ha resultado más rentable, por lo que las organizaciones delictivas optan por exportarla al vecino país, en donde existe un mercado más amplio y redituable.
El funcionario indicó que es necesario legislar para regular el uso y cultivo de la amapola, pues de esta planta no sólo se obtiene la heroína, sino también la morfina, que es utilizada en diversos tratamientos médicos.
Fueron especialistas del programa Noria para México en Alianza con México Unido contra la Delincuencia y el Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California los que recorrieron el país durante quince meses y pudieron establecer los 59 municipios “amapoleros” en los estados de Chihuahua, Guerrero, Nayarit, Sinaloa, Oaxaca y Durango.
El estudio detalla que en promedio durante los últimos 16 años en estos municipios de destruyó una hectárea de cultivo de amapola por cada 38 cultivadas, por lo que refiere que es necesario incrementar los operativos para reducir este tipo de plantíos.
El fiscal del Estado, César Augusto Peniche Espejel, dijo que se trata de municipios en los que las condiciones climáticas facilitan el cultivo de la amapola, pero en coordinación con autoridades de la 42 zona militar se realizan los recorridos para la destrucción de estos campos.
Estos municipios están considerados como zonas en las que se tiene la disputa de los grupos de la delincuencia organizada para el control del territorio y el trasiego de la droga, así como en la explotación ilegal del bosque.
Expuso que se mantienen operativos para la detección y desmantelamiento de los laboratorios clandestinos en los que es procesada la amapola, pero, por las condiciones propias del terreno, es complicado ubicarlos.
msilva@diarioch.com.mx