Chihuahua, Chih.- Ante el peligro inminente que enfrenta una familia chihuahuense en la zona de guerra de Ucrania, Alejandro Díaz, delegado de la Organización Mundial por la Paz dijo que se redoblan esfuerzos para que puedan, primeramente, abandonar el país hacia Polonia y posteriormente llegar a Chihuahua.

Entre alertas de bombardeos y sirenas constantes que se hacen resonar alrededor de la ciudad de Lviv, Ucrania, ante la invasión Rusa, Érick Luján y su familia habrían pasado al menos hasta el día de ayer horas de espera en un intento desesperado por llegar a Polonia, valiéndose de sus propios medios y ya resignados a no recibir la ayuda del Gobierno de México, incluso en el plano administrativo, pues ahora saldrán como refugiados.

“Están destruyendo todo. Nuestra vida echa nada por algo que no hicimos”, fueron las palabras de Érick quien con resignación debe abandonar una ciudad que tras cinco años ya consideraba como suya.

En Lviv vio crecer a sus tres hijos y desarrolló su carrera como empresario con éxito. Todos esos aspectos que ahora les arrebata un conflicto bélico que ni él ni sus hijos entienden ni aceptan.

“No hay ningún apoyo de gobierno, voy por mí solo en Polonia (sic) veremos si en Polonia nos ayudará, el único apoyo es del doctor Alejandro Días quien no ha dejado de estar al pendiente e incluso habló con los de Polonia”, dijo Luján.

El chihuahuense viaja acompañado de sus hijos de 2, 3 y 10 años, así como de su esposa en espera de que en Polonia puedan ser recibidos por familiares.

De sus hijos, Érick comentó que aún no entienden muy bien lo que está sucediendo, pero intentan mostrarse optimistas para que ellos no recientan la situación.

Incluso con promesas de ir al mar y ver los peces, o de conocer incluso México y su natal Chihuahua.

Sin embargo, para Érick la realidad es que éste intento de salir del país será difícil, pues las filas son kilométricas y entre bombardeos y ofensivas donde los soldados no están respetando civiles.

Asimismo, en la mente del chihuahuense también se encuentra la incertidumbre del futuro, si bien el pensamiento inmediato es salir, pensar en que su casa será destruida, su lugar de trabajo, los juguetes y pertenecías de sus pequeños hijos, todo eso podría no volverlo a ver, lo que también es un sentimiento que lo acompaña con tristeza.

Luján y su familia esperan abandonar el país en las próximas horas, ya que Lviv es una ciudad fronteriza con Polonia.

Sin embargo, la espera es desgastante y la cantidad de personas que intentan salir del país es también abrumadora, señaló.

Refirió que intentarán salir de Ucrania a pesar de la falta de algunos documentos, con los que esperaba ser ayudado por el gobierno mexicano, lo cual no se materializó.

Por su parte Alejandro Díaz, quien es delgado de la Organización Mundial por La Paz en Chihuahua es quien ha mantenido constante comunicación y señaló a El Diario que: “Estamos tratando de agilizar este proceso (de su salida) porque cada minuto que pasa está en riesgo la vida de una familia.

Lo que hemos estado tratando de hacer es darle apoyo moral, también diariamente estamos hablando con las autoridades correspondientes para agilizar el trámite para que salga de la ciudad de Lviv, ubicada al noroeste de Ucrania, a 90 millas de la frontera con Polonia.

Él está tranquilo, pero al pendiente, un hombre muy valiente que cuida de su mujer y sus tres pequeños que tiene fe y esperanza”, detalló. Díaz señaló que si bien las filas de espera de la frontera Polaca, son “interminables”, con hasta 20 horas de espera y temperaturas congelantes, en medio de la nieve y aún sin sus documentos. Para Érick hay incertidumbre, pero optó por intentar salir de cualquier manera debido a la comunicación que se ha tenido desde Chihuahua con Polonia.

Se espera que al día de hoy puedan abandonar el país y luego de encontrarse con familiares allá su plan sería regresar a Chihuahua, pero su prioridad es por lo pronto, salvarse.

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