Ciudad Juárez.— Armas de fuego de la Operación Rápido y Furioso, por la que el Gobierno de México acusó el fin de semana a Joaquín “El Chapo” Guzmán y al exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, fueron utilizadas para cometer crímenes en Chihuahua y Juárez durante el sexenio de Felipe Calderón, indican diferentes fuentes de Estados Unidos.

En junio de 2017, durante una comparecencia ante un comité investigador del Congreso de ese país, el empleado de la Agencia de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) que denunció el esquema confirmó ante preguntas que los artefactos fueron rastreados a asesinatos como el de 18 personas el 2 de septiembre de 2009 en Juárez –en un centro de rehabilitación.

Desde 2012, además, una revisión del Departamento de Justicia reportó que, en 2010, después del arresto de ocho presuntos miembros del “Cártel de Sinaloa” relacionados con la privación de la libertad y asesinato de Mario González, hermano de la exprocuradora chihuahuense Patricia González, la Policía mexicana recuperó armas que resultaron ser del mismo plan generado por la ATF.

“Hubo dos incidentes particularmente atroces en los que se usaron armas que se remontan a Rápido and Furioso que fueron usadas en crímenes. Uno fue el 2 de septiembre de 2009, en el que fueron asesinadas 18 personas en Juárez, México, y otro fue el 30 de enero de 2010, en una fiesta de cumpleaños (…) las armas utilizadas allí incluían armas de Rápido y Furioso. ¿Está consciente de ello?”, preguntó en una audiencia legislativa el 7 de junio de 2017 el congresista Gary Palmer, de Alabama e integrante del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes.

“Sí, señor, lo estoy. Y también estoy al tanto de varios otros incidentes donde fueron recuperadas. Pero lo que creo es importante señalar es que el Departamento de Justicia y la ATF se han negado a proporcionar la totalidad de esa información”, respondió a Palmer el agente John Dodson, de ATF.

Información compete a FGR

Previamente, en el documento titulado “Una revisión de la operación Rápido y Furioso de la ATF y asuntos relacionados”, el Departamento de Justicia advirtió que, en el 4 de noviembre de 2010, después de un enfrentamiento, la Policía mexicana arrestó a ocho miembros del “Cártel de Sinaloa” en conexión con el secuestro y asesinato de Mario González y que “dos de las armas recuperadas en la escena del enfrentamiento fueron rastreadas a la Operación Rápido y Furioso”.

Consultado sobre los casos mencionados, el fiscal general de Chihuahua, Roberto Fierro, dijo ayer que la información compete a Fiscalía General de la República, en cuyo Departamento de Comunicación Social se señaló, por separado, que no había más datos que lo difundido el domingo en el comunicado oficial, cuando reportó la obtención de siete órdenes de arresto.

“Todo lo relativo al programa Rápido y Furioso se manejó de manera directa en la Ciudad de México (en la Unidad Especializada en Tráfico de Armas) de la Siedo (Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada). Era un tema que veían directamente con ATF. A las delegaciones sólo se les instruyó para permitir a los agregados de ATF para inspeccionar todos los aseguramientos de armas largas. Los agregados de ATF revisaban las armas y se les compartían datos de lugar y circunstancias del aseguramiento”, informó ayer el exdelegado en Chihuahua de FGR durante el sexenio de Calderón y exfiscal estatal, César Augusto Peniche Espejel.

“Pero las delegaciones nunca tuvieron conocimiento de cuáles armas estaban ligadas o no a cada aseguramiento. Es difícil establecer en primera instancia si esas armas del programa Rápido y Furioso estuvieron ligados a hechos como el de Villas de Salvárcar, a menos que en EU tuvieran la huella balística (pruebas de disparo y casquillos testigos previo a la venta de las armas) o bien que, habiéndose asegurado un arma, posteriormente las pruebas de balística coincidieran con los casquillos recogidos en la escena del crimen”, agregó Peniche.

El programa Rápido y Furioso fue una táctica de presunto intento de rastreo de armas de fuego de ATF que, a partir de 2009, terminó permitiendo en Estados Unidos la venta de estos artefactos a compradores que las internaron en México.

Van contra siete 

El pasado domingo, la FGR informó que obtuvo de un juez de Distrito órdenes de aprehensión en contra de siete personas por su participación en este esquema, entre ellas Guzmán y García Luna.

“Esta conducta criminal tuvo por objeto traficar ilegalmente más de dos mil armas de fuego de los Estados Unidos a México, con el supuesto objeto de identificar a sus usuarios; lo cual es absolutamente ilegal e inadmisible”, informó FGR en un comunicado.

“De conformidad con las investigaciones desarrolladas por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, se obtuvo la información necesaria para establecer dicho tráfico ilegal de armas de fuego, que fueron utilizadas en diversos delitos de sangre en el país, desde el año de 2009 hasta fechas recientes”, agregó el texto oficial.

El mismo menciona que la investigación quedó a cargo de la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada (Femdo), la cual atribuyó la responsabilidad tanto a Joaquín “El Chapo” Guzmán, ya sentenciado en Estados Unidos, como García Luna, detenido en 2019 por presuntamente aceptar sobornos del “Cártel de Sinaloa”, así como contra Luis Cárdenas Palomino, coordinador de Inteligencia de la misma dependencia.

“Se pudo establecer la presunta responsabilidad de Joaquín ‘G’ quien, durante un largo lapso fue líder de la organización delictiva destinataria de las armas”, indicó el comunicado de FGR.

‘Armándose para la guerra’ en Juárez

En un memorando presentado ante el Congreso norteamericano desde el 3 de mayo de 2012, uno de los principales críticos del programa de ATF, el congresista republicano por California, Darrell Issa, se refirió a Juárez como “zona cero” de la guerra del narco en México y afirmó que el “Cártel de Sinaloa” ganó la batalla por esta frontera con lo traficado a través del esquema.

“El liderazgo de ATF supo que las armas de Rápido y Furioso estaban llegando al “Cártel de Sinaloa”, y al fiscal general (Eric Holder) se le enviaron varios memorandos en 2010 notificándole que el “Cártel de Sinaloa” las estaba comprando. Como observó un agente de ATF en México que entendió lo que estaba ocurriendo “El Chapo se está armando para la guerra”, indicó la información distribuida por Issa.

“Para la primavera de 2010, seis meses después del inicio del Rápido y Furioso y de las intensas compras de armas por parte del “Cártel de Sinaloa”, los hombres de “El Jaguar” (Antonio Torres Marrufo, entonces presunto jefe en Chihuahua de escuadrones de asesinos del “Cártel de Sinaloa”) habían ganado la batalla contra el “Cártel de Juárez” y tomaron control de las rutas del tráfico a través de Juárez”, agregó entonces el congresista republicano.

Homicidios en las que se utilizaron

-El 2 de septiembre de 2009, en el que fueron asesinadas 18 personas en Juárez

-El 30 de enero de 2010, en una fiesta de cumpleaños en Villas de Salvárcar

-En 2010, después del arresto de 8 presuntos miembros del ‘Cártel de Sinaloa’ relacionados con el secuestro y asesinato de Mario González, hermano de la exprocuradora chihuahuense Patricia González, la Policía recuperó armas que resultaron ser de dicho operativo

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