La polémica propuesta enfrentó al empresariado, diversas cámaras y expertos en la materia con el Ejecutivo y los legisladores de Morena.
La reforma tiene como prioridad para que las plantas de la Comisisón Federal de Electricidad (CFE) genere más electricidad y pueda inyectarla con preferencia a la red de eléctrica nacional a cargo del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace).
La generación eléctrica por parte de las empresas privadas que utilizan tecnología y procesos más limpios quedará rezagada al no poder inyectar toda la capacidad de producción que estas plantas tienen.
«Con base en criterios de Seguridad de Despacho y eficiencia económica, el CENACE determinará la asignación y despacho de las Centrales Eléctricas, de la Demanda Controlable y de los programas de importación y exportación», señala el decreto.