[vc_row][vc_column][vc_column_text]Chihuahua, Chih.- Considerado como ícono de la Universidad por su tenacidad, ímpetu y deseos de superación personal, el niño raramuri Carlos Ismael Plascencia Juárez de 13 años, se ha ganado el reconocimiento y afecto del personal universitario, para contribuir en su objetivo de convertirse en un egresado de la Facultad de Artes y reconocido promotor de artes plásticas, se expone en el portal de la Universidad Autónoma de Chihuahua.

El niño «Carlitos», como le dicen de cariño en el campus de la UACh el personal administrativo y docentes de las facultades de Faciatec, Derecho, Filosofía, Odontología y Artes, fue conocido a los tres años de edad cuando era cargado en la espalda por su hermana Gloria -de escasos seis años de edad-, mientras vendía dulces y otras botanas a granel en sus distintos recorridos por los salones, jardines y oficinas administrativas.

De hecho, el niño Carlos Ismael indudablemente que pasará a ser uno de los capítulos interesantes de la historia de la Universidad, pues su amistad y cariño los llevó a que un estudiante de aquellos tiempos dibujara su rostro en uno de los murales que hoy en día engalana las paredes de la cafetería de la Facultad de Artes. Carlitos nunca pensó que su semblante sería destacado en tan magistral obra pintoresca.

“En una ocasión unos estudiantes me dijeron, “mira Carlitos, quédate aquí un ratito para que veas como te van dibujando”, de hecho a mí me dibujaron en una de las paredes del restaurante de Artes, cuando estaba más chiquito, tenía como unos siete años de edad, pero le cobre al pintor para llevar algunas monedas a mi casa”, expresó.

Integrante de una familia compuesta por ocho personas originarias del municipio de Creel, Carlitos fue internado en la casa hogar de Chihuahua “Santa María de los niños”, debido a la situación económica por la que atravesaban su mamá y papá que trabajaban de día y de noche, donde sólo lo podían visitar los fines de semana.

A temprana edad y desde una casa ubicada en la colonia Deportistas, en la calle Sabino Torres 218, donde hoy en día y a los 13 años de edad tiene que dormir afuera del domicilio para soportar el intenso calor, Carlitos decidió terminar su primaria y continuar con sus estudios para egresar de la Facultad de Artes de la UACH, pues su mayor deseo es aprender todo lo que tenga que ver con el arte. El muralismo es su mayor atracción y su objetivo es llegar a ser uno de los máximos representantes ralámuli en esta profesión.

Hoy en día, maestros y personal administrativo siguen apoyando al menor, algunos de ellos le regalan material para dibujar, dinero, ropa y unos más interesados en su objetivo personal, utiliza el equipo de cómputo de sus oficinas para que haga sus tareas. El objetivo y los retos que tiene Carlitos, docentes y personal administrativo los han hecho propios para sacarlo adelante.

“En lo personal quiero reconocer el apoyo de todos que me han dado, pero en especial me gustaría agradecer la ayuda que me han dado la maestra Hazzel de la Facultad de Ciencias Agrotecnológicas, a mi amiga Alejandra del Instituto Confucio, a Daniel de Bibliotecas y a Paty de Artes, porque ellos desde que mi hermana y yo los conocimos fueron las que nos han ayudado en todo, he visto cómo le echan ganas y nos dicen qué es lo que nos conviene, por eso los admiro mucho”, afirmó Carlitos Ismael aspirante a egresar de la Facultad de Artes de la UACh.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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