El enérgico rechazo fue suscrito por las embajadas de Colombia, Guatemala, Honduras y Perú.
En una carta los cinco países denunciaron que la comercialización de bienes culturales fomenta el pillaje, saqueo, tráfico ilícito y blanqueo de bienes perpetrados por la delincuencia organizada transnacional.
Advirtieron que incentiva excavaciones ilegales para extraer objetos e impedir que puedan ser investigados por la arqueología moderna, lo que obstaculiza el conocimiento sobre las antiguas civilizaciones.
Las piezas sustraídas, añadieron, son reducidas a simples objetos de decoración de particulares, quitando así su esencia cultural, histórica y simbólica.
México, Colombia, Guatemala, Honduras y Perú indicaron que para defender su patrimonio recurrirán a instrumentos jurídicos vigentes, tanto con el Gobierno de Francia como vía UNESCO.
Sentenciaron que pese al gran desafío no accederán en la promoción de acciones para detener la comercialización de bienes nacionales.
Respecto al pronunciamiento, la escritora Beatriz Gutiérrez Müller enfatizó que se debe poner un alto a las prácticas que socavan la riqueza cultural y se venden al mejor postor con “muy malas” y antiéticas maneras.
La condena de la esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador fue dirigida a la casa de subastas Christie’s, que a inicios del año subastó 40 piezas prehispánicas de Mesoamérica mediante el evento Quetzalcoatl: serpent à plumes.