Lucero Hidalgo era una joven de 22 años que estudiaba Física en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).

La víctima, quien vivía en la Calle 16 de septiembre y Juan Aldama, en San Mateo Atenco, a 15 kilómetros de Toluca, capital, solía pasar el tiempo jugando videojuegos y viendo ánime.

El 3 de octubre se citó en su casa con Lev Norman, un integrante de la comunidad trans a quien conoció mediante el juego.

El juego

Free Fire es un videojuego que puede ejecutarse incluso en celulares de gama baja, fue creado en 2017 y es de tipo “battle royal”, es decir, en un campo de batalla se enfrentan con armas al menos 50 usuarios y el último sobreviviente, gana.

Los jugadores pueden decidir entre jugar solos, en dúo o en grupos, con la posibilidad de comunicarse en tiempo real con los otros participantes.

El juego vincula las redes sociales de los usuarios, por lo que facilita el contacto directo fuera de la plataforma.

De acuerdo con las primeras investigaciones del asesinato, Lev Norman presuntamente tenía como reto de la plataforma realizar el degollamiento de su víctima.

El crimen

El homicidio de Lucero se cometió al interior de su casa. Antes de irse, Lev Normal metió su cabeza en una mochila para llevársela, presuntamente, para demostrar que había cumplido el reto.

Sin embargo, cuando se disponía a salir de la casa, encontró al hermano de Lucero, a quien de inmediato atacó a puñaladas para salir corriendo.

Las lesiones que le provocó no fueron de gravedad y el joven logró llamar a la policía para reportar lo sucedido.

Lev Norman fue detenido minutos después en el Municipio de Chapultepec, a 9 kilómetros de donde cometió el crimen.

Vestía ropa de mujer, estaba descalzo y escurría sangre de la mochila que cargaba.

Piden justicia 

La UAEM emitió un comunicado en el que aseguró estar dando acompañamiento a la familia de Lucero y tener coordinación con la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.

Por su parte, compañeros de Lucero de la Facultad de Ciencias, también emitieron un pronunciamiento solicitando que durante el desahogo del caso, la Fiscalía apele por la pena máxima contra el asesino de la joven estudiante.

«Exijamos la pena máxima para este criminal que cobardemente arrebató los sueños de Lucero, quien en vida siempre fue una persona alegre, amable y risueña».

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