El mexicano Saúl Canelo Álvarez, la gran figura del boxeo actual, venció el sábado por decisión unánime a su compatriota Jaime Munguía en Las Vegas (Estados Unidos) y retuvo sus cinturones de campeón indiscutido del peso supermediano.

Después de que Munguía lo desafiara en los tres primeros asaltos, Álvarez lo envió a la lona en el cuarto y después manejó la pelea con su mayor experiencia.

Los jueces le dieron la victoria con tarjetas de 117-110, 116-111 y 115-112 en medio de una atmósfera eléctrica en el T-Mobile Arena, abarrotada con 20 mil aficionados que disfrutaron de esta batalla entre púgiles mexicanos.

Álvarez acabó así con la condición de invicto de Munguía, el primer compatriota con el que aceptó pelear desde Julio César Chávez Jr. seis años atrás.

Al púgil de Guadalajara sólo le faltó redondear el triunfo con el nocáut al que se había comprometido y que le resulta esquivo desde 2021.

Munguía «es un gran boxeador, es alto, es listo (…) Estoy muy orgulloso de que todos los mexicanos nos vieran», declaró Canelo sobre el ring.

«Cuando me retire, mis números dirán en qué posición estoy. Sé que hay muchos grandes púgiles mexicanos en el pasado, pero yo soy el mejor peleador ahora mismo», subrayó.

«Estaba ganando» 
A sus 33 años, Canelo estaba ávido de dar un gran golpe después de unas últimas victorias deslucidas desde su inesperado tropiezo ante Dmitry Bivol en 2022, en una fallida incursión en una categoría superior.

Canelo se mantiene como campeón indiscutido del supermediano (168 libras – 76,2 kg) desde su victoria ante el estadounidense Caleb Plant en noviembre de 2021, su última por la vía rápida.

La gran novedad de la velada fue que el público estuvo dividido en su apoyo al monarca de la OMB (Organización Mundial de Boxeo), AMB (Asociación Mundial), CMB (Consejo Mundial) y FIB (Federación Internacional).

Una gran parte de la grada alentó con fuerza a Munguía, oriundo de la fronteriza Tijuana (noroeste), en su intento de forzar un recambio generacional en la cumbre del boxeo mexicano.

Seis años más joven y diez centímetros más alto que el campeón, Munguía se presentó con una estrategia enérgica y valiente pero acabó sucumbiendo por primera vez en los 44 combates de su carrera.

«Me sentí bien, creo que estaba ganando los primeros asaltos pero es un peleador con muchísima experiencia», admitió. «Me ganó bien y me dolió mi primera derrota».

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