Fueron encontrados los cuerpos sin vida de cuatro jóvenes que habían desaparecido apenas la noche de Navidad pasada en el municipio de Tepetongo.

Los habrían localizado en una supuesta narcofosa en el Rancho Monte de la Presa Vieja, comunidad de “El Cuidado”, en Tepetongo..

Al tener la información, confirmaron que los occisos hallados eran sus familiares, con los que perdieron comunicación cuando transitaban por la carretera federal 23, a la altura de la comunidad Víboras.

Luego de la confirmación, amigos, conocidos y pobladores se unieron a la pena de los familiares en la plaza de Colotán, en Jalisco, donde colocaron cientos de veladoras alrededor de un quiosco y varias fotografías de las víctimas. Ahí rindieron su respeto con oraciones a las víctimas durante varias horas.

“Da mucho coraje escuchar esta noticia, hasta cuándo se va hacer algo para parar tanta violencia en nuestro país. Ya no se puede vivir así, podemos ser cualquiera, queremos justicia, las autoridades deben proteger a los ciudadanos, ya no sabemos si salimos, ya no vamos a regresar no hay seguridad y no van a hacer nada las autoridades, se siente tanto coraje e impotencia”, señaló en redes sociales una persona ante la confirmación. 

“Que noticia tan terrible y casi esperada fue casi 1 mes desde su desaparición, la tortura que han vivido sus familias desde entonces es algo inimaginable que Dios los consuele en esta hora amarga, y ellos ya descansan en la casa de su Padre Celestial”, dijo otro internauta.

Hasta el momento la Fiscalía de Zacatecas no ha dado ningún informe.

Quiénes eran los desaparecidos

José Melesio Gutiérrez Padilla, de 36 años de edad, originario de León, Guanajuato, quien desde hace tiempo era residente de Cincinnati en Estados Unidos.

También se encontraba su prometida, a quien había venido a visitar durante las fiestas de diciembre: Daniela Márquez Pichardo, de 31 años. Asimismo, desaparecieron Viviana Márquez Pichardo e Irma Paola Vargas Montoya, hermana y prima de Daniela, de 26 y 27 años de edad respectivamente.

Debido a que las jóvenes eran originarias de Jalisco, los familiares acompañados de otras personas se reunieron en la plaza de Colotán. Desde ahí hicieron varios rosarios y colocaron veladoras para que encuentren a Dios, que es representado por la luz de la llama encendida.

La última vez que se supo de los jóvenes fue la noche de la Navidad del 2022, cuando regresaban en una camioneta de color blanca tras haber festejado el día en Jerez, Zacatecas.

En el camino una de ellas se estaba comunicando con sus familiares, por lo que se supo que su última localización fue en la carretera federal 23, a la altura de la comunidad Víboras.

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